Textos para que trabaje el docente

Un texto para degustar, apoyar las propias ideas, y sobre todo... ¡Iluminar la tarea diaria del docente!

Tal vez,  a esta altura de nuestro encuentro desee trabajar con ideografismos o simplemente lea e interprete a su manera. Lo importante es que haga un comentario escrito de su interpretación atendiendo al sentido global logrado por la cohesión, el uso de conectores, la aplicación de la gramática textual hasta llegar a la elaboración de un juicio crítico y sobre todo de una feliz transferencia.



 Eclipse del maestro y del hombre
de Santiago Kovadloff, La Nación, Abril/2005.

Fragmento:
Devaluado como tantos otros bienes argentinos, la figura del maestro pareciera agotar su actual protagonismo en el fervor de las demandas salariales.
(...) ¿Qué distingue al maestro? La índole de sus intervenciones. Ella permite establecer una primera distinción. Es la que diferencia la transmisión de la enseñanza. La enseñanza remite, ante todo, a los contenidos que circulan o deben circular en el proceso educativo. La transmisión, en cambio, nos habla de la capacidad del docente para infundir a lo que comunica la intensidad afectiva y el relieve intelectual con que se debe alcanzar el espíritu del alumno. “Las ideas, escribió Emmanuel Levinas, me instruyen a partir del maestro que me las presenta”. Y maestro es, fundamentalmente, quien nos abre la conciencia gozosa del saber. Y ello por obra del arte expresivo con que nos brinda el conocimiento que él habita y que lo habita (...) En la medida que implica un encuentro el júbilo suscitado por la transmisión de la tarea bien cumplida siembra en el aprendiz la íntima disposición hacia aquello que se le brinda”...


El miedo a los alumnos
de Gladys Seppi Fernández, La voz del interior, 26 Marzo/1995.


Fragmento:
(...) Los adultos, muchos, demasiados, inconfesos o no, sentimos temor ante los adolescentes, que debemos orientar hacia un aprendizaje que pierde su total 0efectividad por nuestra actitud defensiva y temerosa.
Los chicos de la escuela secundaria, la mayoría, llegan ejercitados en una libertad prematura y mal entendida, fortalecidos en la participación de grupos que lideran los más temerarios, y confundidos por un contexto social que para nada estimula el esfuerzo ni la rectitud.
Ante una escuela desvalorizada y un docente menoscabado, se manifiestan abúlicos, descreídos, indisciplinados, rebeldes.
Entonces muchos docentes optan por la respuesta menos esforzada: facilismo, demagogia, también amiguismo, también permisividad (...)


Inteligencia emocional y su incidencia 
en los aprendizajes pedagógicos
de Julia Palmieri.

 Fragmento del capítulo “Cuando el quererse siempre cuenta”:
“Una de las claves de la autoestima es la capacidad de autoconciencia, de la cual va a depender una autovaloración precisa de nuestras limitaciones y posibilidades. / Esto se constituye en una ventaja apreciable, ya que nos lleva a focalizar esfuerzos hacia lo que queremos mejorar, dándonos la oportunidad de compensar nuestras inconsistencias. / El admitir carencias nos permite hacer algo al respecto. De esa manera se da la auto aceptación, gracias a lo cual se refuerza nuestra identidad como personas. Lo contrario nos produce sentimientos de inadecuación e inferioridad. ”


El respeto por la vida
de Juan José Ribone, presbítero.


"La vida humana tiene un estatuto que no tiene el resto de la naturaleza creada por lo que creemos fundamental que la sociedad reconsidere el valor de la vida  frente a una subcultura  del desprecio de la vida. La vida propia y la del prójimo deben ser honradas; la vida humana no es tan sólo “un transcurrir  o permanecer o subsistir”. Es un regalo y es una tarea de cada uno y de todos cuidarla, defenderla, protegerla y, sobre todas las cosas, amarla. Si no somos educados en la autoestima de la vida, a valorarnos como personas, con nuestras reales posibilidades, terminamos devaluando la vida o cosificándola, entonces la vida se convierte en una pesadilla..."


"Esperanza" 
de Jaim Etcheverry, La Nación revista.
 Fragmento:
"Nos desentendemos del futuro abrumados por señales que nos impulsan al gozo del instante inmediato y nos conducen, insensiblemente, a un inevitable desencanto. Encerrados en nosotros mismos, protagonizamos un nuevo individualismo que refleja nuestro retiro progresivo del mundo, abandonando resignados la voluntad de civilizarlo o corregirlo.
(...) Si renunciamos a los proyectos, a la voluntad de cambiar ese curso de la historia, en suma, a la esperanza, enajenamos nuestra humanidad"


La auténtica felicidad 
de Martín Seligman.



Fragmento:
"La vida placentera puede encontrarse tomando champán y  conduciendo un Porsche, pero no la buena vida. Yo diría que la buena vida consiste en emplear las fortalezas personales todos los días  para lograr una felicidad auténtica y abundante gratificación. Es una actividad ésta que puede aprenderse a desarrollar en cada uno de los ámbitos de la vida: el trabajo, el amor, la educación de los hijos. (...)
El bienestar que genera el empleo de las fortalezas propias radica en la autenticidad. Pero al igual al igual que el bienestar necesita arraigarse en las fortalezas y virtudes, éstas a su vez deben arraigarse en algo superior.
Del mismo modo que la buena vida es algo más que la vida placentera, la vida significativa es algo más que la buena vida. (...)
¿Qué nos dice la Psicología Positiva sobre encontrar una meta en la vida, sobre llevar una vida significativa más allá de la buena vida? Lo que yo sé es que consiste en el apego a algo más elevado, y que cuanto más elevada sea la entidad a la que uno se apega, más significado tendrá la propia existencia..."

 1- Vida placentera: hombre rodeado de cosas ( O )
 2- Buena vida: El hombre cultiva sus fortalezas. Su plenitud se intensifica.
 3- Vida significativa: el hombre encuentra un sentido.  Más color en su vida.
      

 Inteligencia emocional y su incidencia 
en los prendizajes pedagógicos
de Julia Palmie.



Fragmento del capítulo "Cuando el quererse siempre cuenta"
"Las personas con un nivel de autoestima saludable son fácilmente distinguibles de los demás.
Se les nota como individuos seguros de sí, con un buen sentido de autoconfianza, que se sienten realmente bien por cómo son, todo lo cual los lleva a sentirse capaces de tomar los retos de la vida y de correr riesgos.
 En la otra acera, las personas con un nivel de autoestima pobre se sienten intimidadas ante los otros, sus actitudes  pesimistas y negativas hacia sí  mismas los llevan a albergar sentimientos de poca valía, su sentido de autoidentidad es pobre pues no han logrado aceptar sus carencias ni  sopesar sus  correctamente sus posibilidades reales. Esto los lleva a la inacción pues temen hacer cosas y parecer ineptos al intentarlo y lamentablemente terminan siendo vistos así. Es todo un círculo vicioso.
(...) Nuestras habilidades por sí mismas no son suficientes para garantizarnos el mejor desempeño, tenemos que creer en ellas para explotarlas al máximo"


 El imperio del individuo
de Zigmunt Bauman.
(Extractamos, para que trabaje el lector, 
un párrafo  que se refiere a la humana felicidad)

La nuestra es una sociedad crecientemente individualista, en la cual ser competitivo, más que solidario y responsable, es considerado clave para el éxito. Pero la felicidad es de larga duración, crece con el tiempo gracias a su cultivo cuidadoso y paciente, es concebible en un entorno predecible en el que se respeten las normas. La felicidad es vista hoy como la búsqueda de momentos felices, como encuentros breves, más que como un derivado de la consistencia, la cohesión, la lealtad y el esfuerzo a largo plazo que son sus únicos reaseguros.


Resiliencia
de Adriana Schetini, La Nación revista.


Un viento cargado de esperanza sopla sobre las heridas de quienes han atravesado experiencias traumáticas. Resiliencia, así denomina la psiquiatría a la capacidad humana para regresar a la vida tras el derrumbe emocional completo.
En su libro "El amor que nos cura", el neurólogo y psiquiatra francés Boris Cyrulnik sostiene que la resiliencia intenta responder a dos preguntas:
¿Cómo es posible conservar la esperanza cuando está desesperado?, y ¿cómo me las arreglaré para salir adelante? Su respuesta es:
"Mientras sea posible modificar la imagen que nos hacemos de nosotros mismos, mientras una intervención en la realidad psíquica y social nos permita trabajar en ella, la resiliencia será posible, puesto que consiste, simplemente, en reanudar tras una agonía psíquica, un determinado tipo de desarrollo".   

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