Del libro “PARÁBOLAS” de Rodó que
esperamos el lector pueda localizar.
Le
entregamos lo que “vio” en este texto
Martín Álvarez del IPEA Nº3 y que fue representado así:
¿Hacen falta las
explicaciones?
¿Ha comprendido Ud., lector, el valor representativo –en
el plano de lo simbolizante- de un faro que lleva en su entraña una verdad a la
que el tiempo (T) desnuda?
Martín supo penetrar la esencia temática del texto, ver
la superestructura textual, marcar elementos que le dan coherencia y hablar de los conectores. También pudo
desentrañar el sentido de la anécdota:
“Un rey que manda a Sóstrato, arquitecto, a levantar un faro y que, al ver la maravillosa obra terminada desea perpetuar su nombre inscribiéndolo en él. Pero Sóstrato, artista celoso de su creación genial, idea la manera de que, al pasar el tiempo, se descubra la inscripción de su nombre, el verdadero y genial autor, oculta en la entraña de la piedra”.
“Un rey que manda a Sóstrato, arquitecto, a levantar un faro y que, al ver la maravillosa obra terminada desea perpetuar su nombre inscribiéndolo en él. Pero Sóstrato, artista celoso de su creación genial, idea la manera de que, al pasar el tiempo, se descubra la inscripción de su nombre, el verdadero y genial autor, oculta en la entraña de la piedra”.
Así se facilitó
la interpretación de la segunda parte de la parábola – en que se da la función
apelativa del texto, la referencia al lector que aparece
con la presencia de la segunda persona pronominal desde “Un arranque de libertad que te lleve al fondo de tu alma”.
Un acto libre y
decidido en favor de nuestra verdad puede llegar al fondo del ser que somos,
quebrando el revoque que maquilla nuestro
ser auténtico.
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