Ahora,
abriremos las puertas a un cosmos
en donde alienta y se perpetúa la
creación de otro de los grandes, Julio Cortázar.
Dejamos para el aula, para los alumnos,
la necesaria tarea de indagar sobre este gran escritor que, nacido en Bruselas,
es considerado argentino.
Su obra es vasta.
Alucinante resulta penetrar en las increíbles
situaciones de “Casa tomada”,
“Cefalea”, “Autopista del sur”.
Quizás por la edad del protagonista, por
el suceso que lo envuelve, por el final, los alumnos que venimos citando en
este libro trabajaron con más entusiasmo
“La noche boca arriba”.
De los variadísimos trabajos realizados-
en realidad tan variados como el número de alumnos de cada clase- escogimos
algunos representativos de diferentes capacidades: analíticas o sintéticas,
concretizadoras o apegadas a las abstracciones, detenidas en los detalles o en
lo esencial...
Para su lectura, va el extenso texto:
"La noche boca arriba"
Y salían en
ciertas épocas a
cazar enemigos;
le llamaban la
guerra florida.
Con este epígrafe comienza un cuento que el lector, para
su comodidad, deberá buscar en “Final del juego”. Es un cuento extenso,
intensamente dinámico, cuya representación sugerimos realice el lector para
luego cotejar con las que le ofrecemos.
La primera
fue propuesta por un alumno que siguió detalladamente el curso de cada uno de
los numerosos apartados; la segunda absolutamente sintética, resuelve en líneas
una temática que se “ve” claramente en
simples ideografismos. Sigamos el proceso de comprensión:
Luego
de leída esta extensa página, realizada
la separación en secuencias o apartados, ubicado el narrador en su
posición y señaladas las presencias protagónicas y sus
acciones, estamos en condiciones de confrontar lo realizado personalmente con lo que proponen estos
trabajos:
Para Rubén, de cuarto año, el argumento puede representarse así:
Rubén hilvanó el
argumento siguiendo las representaciones
de esta manera:
1. El joven saca su bicicleta.
El sol derrama su presencia en la ciudad.
2. Inicia un agradable paseo al que se
abandona sin distraerse demasiado.
3. Ve una mujer que al cruzar imprudentemente
le produce una caída.
4. Pierde el conocimiento y cae en un pozo
oscuro.
5. Al
despertar se ve rodeado de auxilios que lo llevan al hospital en posición
“boca arriba”.
En la
sala de radio destaca un brillo en manos
del médico y una placa como
“Lápida
negra” sobre su cuerpo.
6. En tanto
un sueño lo arrastra a sus desagradables sensaciones de olores
nauseabundos. Se siente perseguido por los indios aztecas que andan a la caza
de hombres. Una sensación de profundo miedo lo envuelve.
7. Las sensaciones del mundo real y un “se va a
caer de la cama”, lo devuelven al cobijo de la sala del hospital.
8. Pero entre la confusión de sueño y realidad
vuelve a caer en la pesadilla. La calzada se le antojaba una lejana meta que lo
pondría a salvo. En tanto “el olor a guerra era insoportable” y “el primer
enemigo le saltó al cuello”...
9. “Es la fiebre”. Las voces del mundo real
volvían a recuperarlo y a cobijarlo con
su semi penumbra. A él se aferraba, las cosas, los recuerdos se tendían hacia
él como tablas de salvación.
10. Pero...” como dormía de espaldas”, volvió
“estaqueado”, “ boca arriba” a la oscuridad de su pesadilla en tanto ya “ le
habían arrancado su amuleto que era su corazón “.
11. Por un breve espacio logra saltar “de un
brinco a la noche del hospital” pero, ya definitivamente...
12. “ Boca arriba”, olía la muerte El
sacrificador lo alcanza, y en un relámpago de su conciencia alcanza a entrever
que ya nunca más despertaría y que el sueño, el maravillosos sueño, era aquel en que paseaba por la ciudad con la
moto entre sus piernas. Y en aquel sueño “también lo habían alzado, también
alguien se le había acercado con un cuchillo en la mano, también él estaba boca
arriba”...
Doce secuencias contó
Rubén en el desarrollo del argumento.
Lo que le permitió
condensar el tema o macroestructura:
“Vida
y muerte se debaten en el cuerpo de un joven motociclista. El sol, la calidez,
las sensaciones de vida, se entremezclan con las sombras que la muerte –
anunciada por los indicios- va
desplegando hasta ganar totalmente la
escena”
Se advierte en la lectura del trabajo de Rubén, que ha
seguido escrupulosamente los núcleos de acción y que ha utilizado los mismos indicios
que va soltando Cortázar para componer el argumento de este cuento
magistralmente concebido y organizado.
Las sensaciones y comparaciones juegan- según el juicio crítico de
este alumno - un papel fundamental en el desarrollo.
Y la vida, pendiente
de un hilo, cae, definitivamente en el pozo de la muerte.
En tanto Juan Carlos concentró las acciones y
secuencias en tres momentos:
1– “Un narrador omnisciente domina todos
los momentos. Desde su alta posición cuenta que un joven que vibra con las
sensaciones de vida, (que represento por la luz) que le transmite un paseo por
la ciudad y el rugido de la moto entre
sus piernas, cae, por accidente, desde el sol de la vida, a las penumbras de la
muerte que lo amenazan.
2- A partir de ese momento, siempre “ boca arriba”, se debate entre un sueño
que presagia la llegada de la
muerte con la presencia de perseguidores
que quieren sacrificarlo y las
sensaciones olfativas, gustativas , sonoras que le llegan, cada vez por
espacios más cortos de la zona de la luz, y de su salvación.
3-Finalmente,
y a pesar de su lucha por permanecer despierto, cae definitivamente en el negro
espacio de la muerte, que le llega como su olor peculiar, encontrándolo “boca
arriba”.
Juan Carlos ha realizado un trabajo condensado
conceptualmente.
Destaca,
manifestando gran admiración por el escritor- la presencia de elementos
indicadores de gran valor para dar indicios a través de la trama del relato:
La motocicleta con su ronroneo bajo las
piernas, algo que brilla en las manos del médico y en la de los aztecas, el
sueño de la vida, el sueño infinito de la realidad , la confusión de
sensaciones , y él, siempre “ boca
arriba”.
Entre tan diversos trabajos el de
este inteligente alumno fue muy aplaudido- en tanto el cuento era cada vez más
Internalizado, no solamente decodificado, sino comprendido y valorado.
Pronto las miradas se detuvieron en unas
líneas, sólo líneas, en las que Silvina
sintetizaba los padecimientos
internos de un joven motociclista con
quien todos ya se sentían identificados.
Silvina fue contundente, dos mundos, vida
y muerte en oposición.
Y un personaje que
al principio conduce( X ) y pasa a ser conducido, al desmayo, al
dolor y al miedo (), una
confusa marea de sensaciones que lo envuelven. Después los regresos a la
realidad que representa la vida (vida
separada por puntos de la muerte........)
.
Y cada vez
son más extensos períodos que permanece
en el sueño, que es la pesadilla y el anuncio de la muerte, y la metáfora final
que se utiliza desde el comienzo como lúgubre anuncio: “Boca arriba” ()
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