EL BARCO QUE PARTE Enrique Rodó


EJERCICIO N° 5


    “Mira la soledad del mar. Una línea impenetrable lo cierra tocando el cielo por todas partes menos aquella en que el límite es la playa. Un barco, ufano el porte, se aleja con palpitación ruidosa de la orilla. Sol declinante, brisa que dice "vamos", mansas nubes. El barco se adelanta dejando una huella negra en el aire, una huella blanca en el mar. Avanza, avanza sobre las ondas sosegadas. Llegó a la línea donde el mar y el cielo se tocan. Bajó por ella. Ya sólo el blanco mástil aparece; ya se disipa esta última apariencia del barco. ¡Cuán misteriosa vuelve a quedar ahora la línea impenetrable! 
    ¿Quién no lo creyera, allí donde está, término real, borde del abismo? Pero tras ella se dilata el mar, el mar inmenso y luego hay tierras que limitan, por el opuesto extremo, otros mares y nuevas tierras, y otras más, que pinta el sol de los distintos climas y donde alientan variadas castas de hombres, la estupenda extensión de las tierras pobladas y desiertas, la redondez sublime del mundo. Dentro de esta inmensidad hallase el puerto para donde el barco ha partido. Quizás llegado a él, tome después caminos diferentes entre otros puntos de ese campo infinito, y ya no vuelva nunca, cual si la misteriosa línea que pasó fuera de veras el vacío donde todo acaba.
     Pero he aquí que un día, consultando la misma línea misteriosa ves levantarse in jirón flotante de humo, una bandera, un mástil, un casco  de aspecto conocido…
   ¡Es el barco que vuelve!, vuelve, como el caballo fiel a la dehesa.
      Acaso más pobre que al partir; acaso herido por la perfidia de la honda; pero acaso también colmado de preciosas cosechas. Tal vez, como en alforjas de su potente lomo, trae el tributo de los climas ardientes: aromas deleitables, dulces naranjas, piedras que lucen como el sol o pieles suaves y vistosas. Tal vez, a trueque de las que llevaba, trae gentes de más sencillo corazón, de voluntad más recia y brazos más robustos.
       ¡Gloria y ventura al barco! Tal vez, si de más industriosa parte procede, trae los forjados hierros que arman para el trabajo la mano de los hombres, la tejida lana, el metal rico en las redondas piezas que son el acicate del mundo; tal vez trozos de mármol y de bronce  a que el arte humano infundió el soplo de la vida, o mazos de papel donde, en huellas de diminutos moldes, vienen pueblos de ideas.   ¡Gloria, gloria y ventura al barco!
      Fija tu atención, por breve espacio, un pensamiento. Lo apartas de ti o él se desvanece por sí mismo, no lo divisas más y un día remoto reaparece a pleno sol de tu conciencia, transfigurado en concepción orgánica y madura, en convencimiento capaz de desplegarse con toda fuerza de dialéctica y todo ardimiento de pasión.
       Nubla tu fe una leve duda, la ahuyentas, la disipas y cuando menos la recuerdas, torna de tal manera embravecida y reforzada que todo el edificio de tu fe se viene en un instante y para siempre, al suelo.
         Lees un libro que te hace quedar meditabundo, vuelves a confundirte en el bullicio de las gentes y las cosas, olvidas la impresión que el libro te causó y, andando el tiempo, llegas a averiguar que aquella lectura, sin tú removerla voluntaria y reflexivamente, ha labrado de tal modo dentro de ti, que toda tu vida espiritual se ha impregnado de ella y se ha modificado según ella.
         Experimentas una sensación, pasa de ti, otras comparecen que borran su dejo y su memoria como una ola quita de la playa las huellas de la que le precedió, y un día que sientes que una pasión inmensa y arrolladora rebosa de tu alma induces que de aquella olvidada sensación partió una oculta cadena de acciones interiores que hicieron de ella el centro obedecido y amparado por todas las fuerzas de tu ser, como ese tenue rodrigón de un hilo a cuyo alrededor se ordenan las lujuriosas pompas de la enredadera.
        Todas esas cosas son el barco que parte, y desaparece, y vuelve cargado de tributos.

      Entregamos solamente una representación simple para que el lector «juegue» con ella, vea la macro-estructura dividida en dos grandes momentos, un escenario con formas redondas, un elemento que se mueve y desaparace tras la línea del horizonte y muchas flechas que indican movimientos y acciones que el lector deberá relacionar con los verbos del texto.
      A partir de esta  representación que vale sólo como ejemplo (o prescindiendo de ella) cada lector podrá si así lo desea  realizar su propio trabajo:

                                                    

    
  Tal vez el lector la sola visión de estos dos cuadros le permitan «ver» claramente, un argumento que va a dar pie a una significativa enseñanza.
   Tal vez no sea necesaria la explicación y, seguramente, hasta habrá pensado en incorporar elementos, en anular otros, en fin, también, ¿por qué no?, en representar de otra manera.

    Y bien estaría que lo hiciera, y también que llevara el ejercicio a los alumnos de su curso y que se preparara para recibir ideografismos más condensados y acertados aún.

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    En tanto le ofrecemos un comentario elegido entre tantos realizados por alumnos de tercer año de la Escuela normal de cruz del Eje. Juan lo realizó orientándose  con las mismas figuras creadas, de manera que pudo explicar:

   En esta extensa narración hay dos momentos representados por los dos cuadros.
   En el –1– el narrador (N) observa desde la playa los movimientos de un barco que zarpa desde el puerto, dirigiéndose hacia la línea del horizonte para perderse tras ella.
    Al otro lado de la línea palpitan otros puertos, otros hombres sobre cuya existencia se abren interrogantes y suposiciones. 
    Un día el barco regresa y ahora las preguntas se dirigen al cómo de su regreso. (Tal vez, quizás, quizás...)

     En el 2 gran apartado, o parte, el autor aplica la anécdota a la vida:
    Se inicia con el verbo en segunda persona « fija» que abre la posición del narrador dirigida al receptor (alocutorio, lector) sobre el cual trata de influir (función conativa).
    A partir del primer momento de esta segunda parte, los verbos y las formas pronominales en segunda persona repiten su intención didáctica en cuatro circunstancias en que se da el surgimiento de una experiencia, su llegada «a pleno sol de la conciencia», para luego desaparecer, aparentemente.
    Hasta que un día inesperado, los efectos de una lectura, el recuerdo de una sensación, la sombra de una duda, regresan () como lo hizo el barco y quizás mucho más enriquecidas, fuertes, seguras que al partir ().

     A partir de esta explicación del argumento, se pueden seguir todos los pasos de la comprensión hasta abordar el juicio crítico que seguramente se aventará en el encuentro con la semántica del texto, exquisito, depurado, de gran fuerza, y con una macro-estructura perfectamente organizada que culminan en una magnífica transferencia, aplicación a los propios saberes y conocimiento del mundo, en que un pensamiento de tipo freudiano habla de los regresos a la conciencia de todas las vivencias que se consideran perdidas en las playas de la vida, aparentemente barridas por nuevas experiencias.




     Una extraordinaria composición! Un magnífico texto que siempre estará vigente en las aulas por tratarse de un clásico, a los que siempre es bueno volver... como el barco...

VIDAS MEJORES-APUNTALAR LA SEXUALIDAD EN LA ADOLESCENCIA



        La vida humana está destinada a crecer, a ser mejor y esto quiere decir no sólo que la especie crece como en espiral hacia un mayor bienestar económico, fundamental por cierto, sino que será más consciente de sí misma, de su valor y aprenderá a construir, con intención y propósitos más elevados,  su existencia.
      Es decir está despertando la necesidad y con ello la intención de propender hacia el crecimiento espiritual, que es, al comienzo, lento, aún sin emerger a la vista del hombre mismo,  pero que se mueve  subterráneo, fuerte, .
         De más está traer la idea, obvia, por cierto, de que cuánto más consciente es el individuo de su vida, cuanto más la cuida, la hace crecer, se transforma en un ser satisfecho, humanamente feliz. En un ser  humano.
        Y eso es lo que nos interesa porque bien conocemos que las desdichas del mundo aumentan, que los hombres de hoy navegan en la incertidumbre, en cambios permanentes, en el desencuentro de vínculos equivocados, en malos ejemplos que el interés  del mercado exalta confundiendo más a los que trabajan por una vida mejor.
       El objetivo de este encuentro, es compartir, discutir y enriquecer lo que pueda mejorar el desarrollo sano de la edad adolescente, -etapa de concentración de energías vitales-  para que éstas sean aprovechadas, encauzadas, hacia una adultez madura, de más calidad.
      Para ir en esa dirección, la de construir lo que entendemos como vidas mejores urgeeducar la humana sexualidad de los que vienen llegando a la edad adulta.
     ¿Por qué la sexualidad? 

      Porque la sexualidad no es nada más ni nada menos que la misma vida, entendiendo esta afirmación que la sexualidad es el recurso creado por la existencia para sobrevivirse, para continuar siendo. Y, como el llamado del placer, que es el dulce señuelo con el que empuja a juntarse a un hombre y una mujer, tiene engañosos jugos, deleites perturbadores a lo que se suma hoy la cultura hedonista que no hace más que exaltarlos (el placer por sobre todo lo demás), es bueno y necesario avisar a los que vienen creciendo que serán llamados, insistentemente llamados, y engañosamente urgidos, al  placentero acto sexual.
     Avisarles a los que vienen creciendo sobre las dulces trampas que tiende la sexualidad y la vida y las máscaras que se ponen ambas para apurar experiencias en nombre del amor, cuando éste todavía no puede madurar y dar los frutos que sólo un amor que ya alcanzó su madurez puede dar.
     Para orientar a los adolescentes y jóvenes hacia proyectos de vida que los lleven a una maduración necesaria, básica para que la humanidad se posicione en lugares más altos, proponemos que cada lectura, cada investigación y experiencias conduzcan a altos objetivos como los siguientes:

       1- Es lícito, necesario buscar la felicidad, que existe,  y tratar de lograrla acá, en la vida en la tierra.
      2-Como venimos adelantando es necesario conocer sobre sexualidad, ya que mal conducida troncha cualquier proyecto de vida.

        Sobre el primer punto, la felicidad,  aportamos:
         1-Hace muy poco tiempo, unas decenas de años, la posibilidad de lograr la felicidad en esta vida, es decir en la tierra ha venido a iluminar la existencia humana. De este tema hasta hace muy poco no se hablaba científicamente.
       Según los autores especialistas Seligman, Eduardo Punset, y otros  de sobresalientes universidades del mundo y especialmente de Estados Unidos, la felicidad, que es motivo de estudio desde no hace más de tres décadas, debe ser alcanzada y darle esplendor a nuestras vidas. Por cierto tenemos que tener claro o primero es preguntarse: ¿qué es ser feliz? Y otras:
     ¿Acaso es colmarse de placeres, como muchos creen, es darse los gustos y tomar y hacer uso de todo lo apetecible? Los expertos definen la felicidad  como un estado de plenitud de vida, satisfacción, conformidad y sentido de la propia existencia, asumida con madurez y responsabilidad.
     La vida es, para este enfoque, una construcción que empieza en la concepción, en el vientre materno y continúa hasta el final de los días. No depende de los otros, no de la pura satisfacción de los placeres, no es solamente entretenimiento y distracción, -carecería de sentido vivir solamente para distraernos del vivir, para pasarla sin darnos cuenta ni atender a un hecho maravilloso y mágico-. La vida es el manejo responsable que cada uno hace de la suya en base a proyectos que conducen a construir una existencia significativa para uno mismo y para los otros.
       Antes, en tiempos bastante recientes como para contarlo en décadas,  la posibilidad de ser feliz,  quedaba postergado para la otra vida, era el premio que esperaba, o no, tras la muerte y según lo merecido.
      La triplificación- estamos multiplicando por tres- de los años de vida humana en los países más desarrollados desde hace unos 200 años ha cambiado completamente algunas ideas que hacían que el ser humano, con una vida más corta que la actual,  estuviera dedicado absolutamente a su tarea de continuar la vida de la propia vida  a través de la reproducción. Después de reproducir y acompañar la crianza su vida se consideraba completada.
      Eduardo Punset dice al respecto:

       “Súbitamente, la especie humana dispone ahora de 40 años adicionales después de haber cumplido las tareas reproductoras. El futuro ha dejado de ser monopolio de la juventud, por primera vez en la historia de la evolución los seres humanos tenemos futuro aquí y ahora y podemos mejorar ese futuro porque las ciencias están dedicadas a esa tarea.”

      Punset  llama etapa de “mantenimiento” a los años que se han sumado a la existencia- que son más cuanto más desarrollado es el país, lo que permite a cada ciudadano cuidar más su salud física y psíquica. Explica este autor, además que ahora, más que nunca, se pone énfasis en la calidad, la profundización del conocimiento por lo que habrá más medicamentos, se actuará más a conciencia, se vivirá más y mejor.
       La felicidad, dice la psicología moderna, apunta a algo tan intangible como apoyarse en una escala de valores, en tanto la infelicidad actual se explica por una inversión excesiva en bienes tangibles, materiales.
      La felicidad, además, nos dice Daniel Gilbert, de Harvard, reside en el circuito de la búsqueda. En el camino. En el proyecto (quiere decir en ese lanzarnos hacia adelante).
     A una vida plena se refiere el escritor cordobés Juan Coletti cuando dice en una breve composición llamada “tanka”:

Dichoso aquel
que al final de la vida
puede trazar
el comienzo y el fin
de un círculo perfecto.

 (Pensamos en un círculo cuya línea siguen las edades en que se desarrollan las etapas de la existencia, desde el comienzo hasta la muerte).
      Un círculo que atraviesa etapas de desarrollo y crecimiento.
       Crece el niño protegido hasta llegar a adolescente, intenta éste su identidad, la logra, se inicia su juventud, su búsqueda de lugar en el mundo, va madurando, siente la necesidad de tener una pareja, forma una familia- o no- y se acerca a ser lo más que puede ser, lo mejor de sí mismo, da lo mejor de lo logrado y sigue hasta culminar en una vejez sabia, satisfecha contemplativa y gozosa.
    Pues bien, tengamos la edad que tengamos, estamos acá para intentar mejorar la calidad de nuestra vida personal, para poner conciencia en esa tarea, que, por cierto, cuanto más temprano empieza, más posibilidades tiene de llegar a altos niveles de realización.

     2- Y, en cuanto a la relación entre la felicidad y la sexualidad y sobre la esencia de la sexualidad podemos decir que:

        Son estos maravillosos tiempos los que nos permiten hablar, también por primera vez en la historia del ser humano, de  su sexualidad.
       Y creo que debemos hacerlo poniendo atención y haciendo conscientes los beneficios que ha de traer a nuestros niños y adolescentes el hecho de que se hable del tema.
    Para los adultos de hoy esta palabra estuvo denostada, escondida, oculta y tan oscura y metida en las malicias que dio lugar a la multiplicación de los llamados “cuentos verdes”,  a las sugerencias mal intencionadas, a palabras dichas a medias.
     ¿Podemos acaso medir cuánto daño han hecho a la especie humana estos siglos de ocultamiento?
     Ha correspondido a nuestro tiempo, al que transitamos en este comienzo del S.XXI, descorrer velos y adentrarnos en significados que pueden mejorar la calidad de nuestra vida.
    Aclaramos, discutimos y aportamos al esclarecimiento del significado de sexualidad:

La sexualidad es una palabra vital, estrechamente unida a la vida y al amor,  refiere a los vínculos que, como seres pertenecientes a un sexo determinado, establecemos con una persona del otro sexo, o del mismo.(Simplemente vivamos estas palabras)

    ¿Por qué se da esa búsqueda del otro? ¿Por qué desde muy niños miramos con curiosidad al otro sexo? ¿Por qué tratamos de descubrir en qué nos diferenciamos físicamente?
     La respuesta la da la propia vida, el señuelo que ella ha creado, lo que para unos es un Dios, o una Inteligencia Superior, o un plan sagrado y superior. Lo cierto, lo observable es que desde hace millones de años la vida continúa, se transmite hacia un tiempo infinito, como dice Víctor Massuh, filósofo argentino, en su libro “La flecha del tiempo”:
  
   “Un arquero genial disparó la flecha del tiempo hacia un tiempo infinito”

      Un “arquero genial”, un Dios, una Inteligencia Superior, lo sagrado e inescrutable, Alguien disparó la flecha del tiempo, y esa flecha parece haber dividido a la especie humana y muchas otras animales en dos franjas, los machos y las hembras, diferentes pero complementarios, necesitados de complementarse, asociarse, impulsados a unirse para poder  multiplicarse y ser más y mejor.
      Juntos vamos los seres vivos, multiplicándonos sin cesar, hacia ese tiempo infinito. También van  las plantas, los animales, los humanos con sus marcadas diferencias ya que cada uno ocupa su dimensión, tal como siguiendo a otros autores expresa Borges:

     “Las plantas crecen en altitud, los animales en extensión y los humanos en profundidad”.

      La vida humana cala profundidades, va hacia adentro y vale por la dimensión de la interioridad, las honduras de cada sí mismo.

            EDUCACIÓN
    
    A propósito de esta idea, Fernando Savater en “El valor de educar” señala que,  mientras los animales crecen a un ritmo más acelerado que los humanos llegando a ser muy pronto lo que están destinados a ser, gato, perro, león,  los humanos tenemos un infinito y nunca acabado espacio de crecimiento, que  se detiene sólo en la muerte.
      Una altura que se va escalando mediante la educación.
      ¿Y qué significa esta desgastada palabra?
       Significa hacer consciente, incorporar ideas, pensamientos, que se han de elaborar en el neocórtex cerebral, esa gran oficina que tenemos bajo la frente, que nos ha crecido con la evolución y que está esperando mensajes, ideas para ponerse a trabajar con ellas y transferirlas a una vida más asertiva.
     De la educación, de los conocimientos y su utilización o transferencia a las respuestas que damos, depende el crecimiento no sólo personal sino el de la misma especie ya que la evolución, (crecimiento filogenético) es el resultado de sumar los aportes individuales de cada generación, como aporta Sheldrake.

    EDUCACIÓN SEXUAL     
     
    A veces hablamos de educación en abstracto y es necesario poner en claro que educar no es otra cosa que dialogar para despertar la reflexión, la conciencia sobre temas de la realidad humana.
     De esta aclaración deducimos que cuando se habla de educación sexual, se quiere decir que existe un intercambio ideas para establecer principios, ideas, orientando conductas.
      En cuanto a los temas que deben tratarse en educación sexual, suelen provocar preocupación en los docentes, por lo general les cuesta definirlos.      Sin embargo, la mayoría de los sucesos de la vida cotidiana se refieren a una sana o enferma sexualidad lo que es decir una buena o mala vida.
     Tomamos el diario, escuchamos un noticiero, vemos los programas de chimentos televisivos, asistimos a los avatares de los personajes de las novelas televisivas, y, a poco de analizar vemos aparecer lo sexual.
      ¿Acaso no se refiere al tema la noticia de una esposa quemada por el marido celoso,  la mujer golpeada que denuncia o no su maltrato, la alumna  embarazada, las noticias de hijos abandonados,  de bebés asesinados, de artistas que se separan escandalosamente y pelean la tenencia de los hijos, de mujeres que deben mostrar la cola y los pechos para llamar la atención de los televidentes, de movimientos que imitan el acto sexual y provocan la excitación masculina tan sensible al ver, de promesas del máximo placer que endulzan los oídos de hombres y mujeres en los sensuales labios de la  conocida sexóloga Rampolla?
       Los mayores- que generalmente nos quedamos callados o esbozamos una tímida queja para que los chicos no nos digan “padre represor o madre anticuada”-, ante los males que se están produciendo en los hijos y en la sociedad, sin embargo,  podemos, -y casi diría que debemos- abordar el tema que nos sugieren estos programas.
     ¿Qué tal si nos atreviéramos a decir?:
   
 “¡Cuánto excitará tus deseos sexuales ver tantas colas, hijo! Y eso no es bueno porque te anticipa a lo que ha de producirte algún día el amor, el maduro, cuando llegada la hora de tu madurez, tus propias energías te empujen a la unión física,  a la maravillosa cópula con la persona elegida”.
  
    O, “¿por qué te parece que ese marido que juró amor eterno a  XX, ¡son tantos nombres!, ¡hay tantas “nazarenas”!- ahora actúa con tanto odio? ¿Te parece que hubo allí un buen amor o solamente un enamoramiento pasajero puramente físico, muchas veces interesado, sin conocimiento del otro,  que es lo que genera el respeto, cuidado y responsabilidad para que no se arruinen tantas vidas? Porque, ¿sabés qué, hijo, hija? Tras esas apariencias despampanantes y esplendorosas bullen sentimientos muy dolorosos y el peor de todos es sentirse objeto descartable de un uso pasajero”.   

      Son muchas las ocasiones que nos da la televisión encendida para hablar de sexualidad (que no es, por cierto limitarse a describir los genitales o los recursos para evitar enfermedades y embarazos no deseados).
    La contemplación de la vida diaria, una madre que amamanta, la ternura del padre que acuna a su hijo, el nacimiento de un niño y hasta de un animal  nos da ocasión para enaltecer la llegada de una vida nueva, invitar a preguntar si habrá nacido de un acto sexual amoroso, ya que es el amor el que llama, urge la unión cuando la relación es profundamente sentida, o si será consecuencia de una excitación fugaz y externa, de un sentimiento frívolo, como llama Alexander Lowen a la sola excitación genital sin compromiso del corazón ni del cerebro, sin compromiso de la propia subjetividad.
       Si el acto sexual es producto de ver  una película porno, de la competencia con los compañeros, de querer hacerlo para probar o por contagio, de querer mostrar el propio machismo o querer demostrar que se es “piola”,  “soy libre y hago lo que quiero”, (libertad tan mal entendida por algunas adolescentes y aún  personas adultas), se vive un sexo frívolo, no sentido, no auténtico y se genera un gran vacío en la vida y un terreno resbaladizo para recibir al verdadero encuentro amoroso.
       Pero veamos otros motivos de la vida cotidiana que nos pueden llevar a hablar de sexualidad.
       ¿Una boda de alguien conocido? Cuánto para rogar porque la unión sea en nombre de un amor profundamente sentido, de un sentimiento de empatía, que quiere decir sentir lo que siente el otro, de la libre disposición de gente madura y crecida en sí misma, y no de un apuro, de un embarazo, que significará un dudoso comienzo para un más que dudoso final.
      ¿El  embarazo de alguna compañera de curso o conocida? El diálogo que suele despertar una situación tal puede ser fecundo o no, puede llevar a investigaciones, consultas a Internet, observación de las dificultades que debe enfrentar una adolescente que, por serlo, atraviesa una etapa conflictiva, de búsquedas, de preguntas, un estado de insolvencia interior que apenas le permite ir respondiendo a las situaciones que ponen a prueba sus elecciones.
     Entonces, es difícil que pueda dar a un hijo lo que no tiene para dar: seguridad, fuerza, orientación y amor maduro, el que se da y no el que reclama y se recibe para completarse. 
    ¡Cuánto para hablar! Y al hablar educamos, los ojos se agrandan, la percepción del mundo se agudiza, la mirada y comprensión se amplían. Así crecemos, llamados a poner la atención consciente en los actos.
      De la misma manera se pueden- y deben ya que es un objetivo de la lectura- derivar conversaciones de los textos analizados en clase, algún texto literario, de algún poema de Neruda, de Bécquer, de tantos… que hablan de amor encontrado: “Somos una sola llama” o desencontrado, “tú eras el huracán y yo la alta roca que desafía su poder”.

          SOBRE NOSOTROS, LOS ADULTOS Y PADRES
  
    Es cierto que los mismos adultos,  padres, docentes, carecemos de conocimientos profundos sobre el profundo sentido de la sexualidad. Y esto sucede porque de este tema no se hablaba, no se preguntaba, apenas, eso sí, se leía  en secreto y se disfrutaba o se sufría en silencio y resignadamente.
      Muchas madres  y docentes, y aunque hayan vivido la experiencia de tener hijos (lo que supondría haber recorrido ya un camino de experiencias sexuales), no sabrían cómo explicar lo que es sexualidad. Para ellas una idea tranquilizadora: Paulo Freyre, pedagogo brasileño,  en su obra, “La pedagogía del oprimido”, invita a los mayores a reconocer con humildad su ignorancia en diferentes temas, dando lugar, así, a la posibilidad de investigar junto a los más chicos. Los adultos, que hasta el final de nuestros días tendremos mucho que aprender, estamos invitados a manifestar nuestro asombro, y hacerlo con los alumnos o hijos, ante lo que diccionarios, los libros de biología,  y ahora el maravilloso Internet describan  sobre la diversidad de temas de la vida, los genitales, por ejemplo.
      La sexualidad incluye, como un  aspecto importante, el conocimiento de los genitales,  que son los instrumentos creados por la naturaleza para cumplir las funciones sexuales, posibilitando la unión de dos cuerpos. Han de merecer por ello, la admiración que despierta una maravillosa  arquitectura, el trabajo de un orfebre superior, que se ha aplicado en detalles como colocar el epidídimo- una reserva de espermatozoides- en la zona exterior del cuerpo, lejos de su temperatura para que se mantengan frescos hasta el momento de la eyaculación en el cuerpo femenino. Así como ese detalle tantos para admirar.   
       Por eso y como docente, debo compartir sobre el sentimiento de asombro y respeto que despertó en los alumnos (se terminaron sus risitas maliciosas) y en mí el descubrir, vía investigación y guiados por preguntas, temas tan novedosos como la razón por la que algunas zonas son tan sensibles, como la boca, el cuello, los pechos, ligadas por filamentos nerviosos a las otras en una comunicación perfecta de maravillosas sensaciones, tan bien preparadas para dar placer y con ello asegurar que la cópula sea atractiva.
       Ante tantos misterios que pasan desapercibidos para los ojos de la mayoría,  confieso que  sentí la presencia de lo sagrado en la sexualidad, en lo que nos hace hombres y mujeres y la sigo sintiendo.
     Así me sucedió últimamente, aunque, debo confesar que aún no entiendo la razón de ser de la homosexualidad, tengo atisbos de que esto tiene también una razón de ser en un plan que no logramos entender aún.
     Al leer los ensayos que explican, ya con otro enfoque, las impresiones que recibe de la madre el sistema nervioso central del feto, las marcas en su vida futura, su mensaje de confianza en el mundo, lo que la madre sintió al saber de su embarazo, su rechazo o alegría, sus cuidados, su preocupación por la vida que lleva en su propio vientre, su manera de sentirlo, esperarlo y su propia actitud ante la vida.
       Todo lo referido a sexualidad asombra como es leer y descubrir a Freud, su explicación sobre las pulsiones, el consciente y el  inconsciente y el deseo sexual.
   Admiran los estudios que se hacen desde hace pocos decenios sobre un tema muy relacionado con la sexualidad como es el de las energías que recorren el cuerpo y que pudieron ser estudiadas gracias a la aparición de los rayos de la máquinas  Kirlian que  permiten ver, además, el aura de las personas sanas y detecta las de las enfermas, las energías que recorren el cuerpo fluyendo o no armoniosamente y facilitando así el crecimiento.
     Aquellos que alguna vez se preguntaron por qué el ser humano aprende a pararse, a caminar, y luego desarrollar los caracteres  de la pubertad hasta encauzarse, ya en la madurez, en la búsqueda de pareja, encuentran en esta información muy buenas respuestas.
    A  Stella Maris Marusso debemos los estudios  que tan bien explican por qué cuando alguien se obsesiona con su zona genital- llamada por algunos vórtice y por otroschacras- , se ciega la zona visual y se anula la visión de los proyectos de la vida futura, se quiere vivir en el ya permanente del placer sexual; también y sólo para dar más datos,  cómo la falta de expresión de lo que sentimos (el vórtice del habla), produce una alteración en el flujo energético de la energía desencadenando enfermedades como el cáncer.

        SOBRE EL AMOR
  
  No había hablado en mi adolescencia sobre el amor, soñaba con él románticamente. Me estremecía pensando que llegada mi hora gozaría del abrazo de un buen amor. Sin embargo, ¡mis padres me cuidaban tanto!, los pecados, las prohibiciones, los vecinos mantuvieron hace ya muchas décadas, a raya la virginidad de las mujeres de varias décadas atrás.
        ¿Alguien consideraría que había algún mérito de nuestra parte? Personalmente no lo creo. El prohibido estaba en todos los caminos y rincones y no actuábamos libremente, sino por miedo. No éramos guiadas- sobre todo las mujeres- por una auténtica convicción que es la que puede dar firmeza real a la conducta.
      Leer a Carlos Guauthémoc Sánchez y coincidir con él permite ver claro que el amor auténtico, el duradero, se afirma en pilares como: la atracción química, que se da naturalmente y va más allá de la física, es un magnetismo que llama a otra persona; la afinidad intelectual, de ideas, de proyectos de vida. Esto es muy importante, el diálogo permite saber si con la persona que nos atrajo tenemos los mismos principios, sueños, aspiraciones, proyectos.
   Antes se hablaba de que los opuestos se atraen, que cada uno debe esperar la media naranja que vendrá a completarnos, hoy se ha llegado a entender que sólo siendo maduro intelectualmente es posible aceptar la independencia del otro, que los celos, el egoísmo, el sentimiento de posesión, no pertenecen al sentimiento del amor porque  nadie posee a nadie, no existe el mío ni el soy tuya, tan románticos pero tan dañinos.
       El otro pilar es la afinidad emocional que permite compartir con el otro los temores, las dudas, los yerros, en una comunicación profunda que se parece a la más profunda amistad.

     Leer a Erik Fromm, aclara el equivocado concepto que se tiene sobre el amor, la diferencia con el enamoramiento, apasionado, hormonal de  la adolescencia, la necesidad de llegar maduro  para sentir amor, lo que se da después de  atravesar la edad de la conflictiva, arriesgada y a veces descontrolada  búsqueda adolescente.
     ¡Se ha evolucionado tanto! Erich Fromm aportó definiciones claves como: el amor es conocimiento, cuidado, respeto y responsabilidad. Y se ama

       Es fundamental asomarse, gustar, elaborar el pensamiento de Alexander Lowen. Asombra cuando expresa tan rotundamente:

      “Cuánto más placer sintamos, más capacidad de amar sentiremos”, Al ofrecer amor aumenta el placer y el placer representa una reacción expansiva en el cuerpo, se basa en algo tan físico como el flujo de sangre a todo el sistema por eso los sentimientos afectuosos se caracterizan por su calor.La necesidad biológica del contacto y la cercanía subyacen a la emoción del amor, así como el apetito, el amor está dirigido hacia una fuente de placer: el posible encuentro. La persona dependiente suma angustia, desconfianza y disminuye el placer, la persona madura es independiente y vive el placer con espontaneidad y alegría, la persona que no fue satisfecha en su infancia transfiere a lo que llama su amor una necesidad de satisfacción y se vuelve dependiente”.
        “El amor es placentero, no puede divorciarse del placer y su existencia depende de la experimentación del placer, pero si no hemos madurado en un estado de plena satisfacción y confianza, aparece el temor a perder el objeto que nos da placer y eso separa, divide, y enfría lo placentero.
     Amamos lo que nos da placer, un encuentro, un beso, un abrazo  y nuestra compasión – quiere decir sentir al otro –no se da con personas que nos producen dolor o  con las que nos lastiman sino a través de patologías.
      El amor es una emoción de BIENESTAR. Si tememos el encuentro que llamamos equivocadamente amoroso, nacerá en nosotros la ira, la desconfianza que nos obliga a alejarnos. Para que florezca el amor debe haber madurado la conciencia”.

      Joseph Rheingold advierte que una mujer que no ha resuelto los conflictos con su madre, que le reclama, sin saberlo ni hacerlo conscientemente, la satisfacción de su necesidad de ser amada, genera sus propias hostilidades maternas y que de sus experiencias dolorosas no puede nacer un sentimiento de amor maduro ni afecto sino un sentimiento de posesividad malsana, de tal manera que el instinto maternal que existe por naturaleza se debilita cuando el placer está reñido con la supervivencia y las energías del crecimiento. Si no hay placer habrá una actitud inconsciente y destructiva.
        Concluyo mis elaboraciones sobre cuanto podemos aportar a definir más claramente la palabra amor,  afirmado que no es lo mismo necesitar al otro, lo que habla de carencias- de maduración, de individuación, de identidad- que amar porque se ha elegido a alguien como compañero/a para compartir el placer de afrontar la vida.
       Además la cantidad de placer guarda relación con el compromiso de esa relación: Amo mi trabajo y me comprometo con él, amo escribir y siento placer escribiendo. El amor, por lo mismo que se compromete, transmite seguridad. Esto se ve claramente en la relación madre- hijo. Cuando el niño se siente suficiente y sanamente amado va hacia una existencia  independiente.
     Por otra parte siempre debe tenerse en cuenta que los adultos también necesitan seguridad, si una persona ha sufrido numerosas decepciones se reducirá su disposición a amar y a sentir placer.
      El amor es la promesa de que el placer de hoy existirá mañana, de que tiene futuro aún sometido a todas las contingencias y vicisitudes de lo imprevisible.
    Considero que es bueno elaborar ideas y, incorporarlas y ampliarlas con más lecturas, para lograr una mayor maduración, lo que asegura sentir más amor y más placer.

      Claudio Naranjo en “La mente patriarcal” nos descubre en base a otros estudios sobre la existencia del cerebro triuno.
      ¡Qué maravilloso es este nuevo tema! Tres cerebros para un trabajo cooperativo y para madurarnos como seres conscientes porque al ejercitar las neuronas mejoramos nuestra capacidad de ver y entender el mundo, de ampliar la comprensión del sentido de nuestra vida.
      Naranjo nos lleva a ampliar sus aportes en Internet: los tres cerebros del ser humano son una verdadera novedad.  el reptiliano, que tenemos en la  base del cráneo y nos acerca a la vida animal, porque allí se organizan las actividades básicas como el respirar, alimentarnos, y copular, llamadas pulsiones por Freud y que, después descubrimos por la lectura, por cierto, que pueden y deben ser controladas.
Pero hablaba del cerebro básico. Sobre él se construyó el límbico, que sumó como capas de cebolla, que guardan lo emocional y la memoria, la capacidad de recordar, construyendo así el tiempo pasado.
El superior o neocórtex elabora los pensamientos y miren qué importante es esto: él permite la proyección al futuro (quiere decir la capacidad de actuar pensando en las consecuencias, generando responsabilidad y mejorando esos años que tenemos para adelante, para mantenernos mejor y llegar a la dicha que sugiere Coletti en su tanka.
¡Cuánto puede el conocimiento!
¡Cuánto hubiera dado yo, para que cincuenta años atrás, por ejemplo, se hablara y difundiera más sobre  la alimentación, conocimientos que sobre una pulsión básica nos ofrece la ciencia actual para advertirnos que así como necesitamos alimentarnos, al hacerlo bien a sabiendas, incorporamos salud y vida y al hacerlo mal, enfermedad y muerte. Esos conocimientos me hubieran permitido tener a mi padre por más tiempo y no perderlo a sus 46 años, víctima de una ignorancia generalizada que le hizo creer que la buena vida es comer mucho y cosas ricas, sin que hubiera él podido alertarse sobre el mal que esconden los manjares salados, dulces y grasosos.
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Se preguntarán cómo se aplican estos conocimientos a la sexualidad y a la educación sexual. Existe una maravillosa conexión porque estos estudios (muy actuales y realizados en las más importantes universidades del mundo), establecen el desarrollo de los tres cerebros a medida del crecimiento de la persona que se va dando en cada etapa del desarrollo humano y a su tiempo.
     De esa madurez,  de saber esperarla, depende la salud sexual del individuo, porque tenemos que entender que, aunque  el placer sexual ya se manifiesta y prepara al individuo desde que toma la leche del pecho de su madre, desde que se lo acaricia, y luego se toca y va descubriendo su propia sensibilidad; aunque la menstruación y la primera eyaculación en el varón avisen sobre la maduración fisiológica de la sexualidad, aunque se sientan físicamente listos para el acto sexual, su cerebro no está preparado hasta más allá de los 21 años para manejar sus actos. ¿Por qué, se preguntarán los adultos? Por qué protestarán los adolescentes? Porque  el neocórtex, el cerebro de la madurez, el que se proyecta al futuro, pone en él las consecuencias de los actos y por lo tanto genera responsabilidad y cuidado, termina de desarrollarse más allá de los veinte años.
 ¿Puede entonces pedírsele a un adolescente que actúe responsablemente si los científicos nos dicen que la mielina que une los tres cerebros lleva su tiempo y todavía no terminó de madurar, si la energías de crecimiento están apurando sus hormonas y desatando deseos ciegos en él? Sólo podemos avisarle y el que está avisado está armado. (Estamos recordando palabras de Don Quijote ya citadas).
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     Cuando se profundiza la investigación se descubre que, así como cada individuo pasa por edades, ciclos, también lo viene haciendo en millones de años el proceso de crecimiento de la especie, filogénesis. Así el hombre pasó de un cerebro pequeño, de poco peso y capacidad de respuestas, a la construcción de un sistema más complejo, el límbico, acorde con las exigencias del medio y de allí, miles de años después al desarrollo del complejo sistema Neo córtex que va forjando una especie más madura.-------------------------------------------------------------------------------
     Estos curiosos datos de procesos de desarrollo me llevaron a representar con triángulos varias coincidencias. Imagínenlos: una superficie dividida en segmentos, una  base amplia que sostiene a la mayor parte de la población humana, allí el sistema reptiliano: el instinto, las necesidades básicas, el instinto, el cerebro de los niños, la dependencia de los otros,  los sentimientos primarios, el ego, la actitud de testigo, las reacciones y no la acción pensada, el amor por necesidad del niño.
En el segundo, ascendiendo, el límbico, las emociones, la búsqueda de independencia, identidad,  el enamoramiento, la adolescencia de la vida y de la especie, la capacidad de recordar.
El último, el más reciente, ubicado en el ángulo superior del triángulo,   el menos poblado, el control, el comando, la racionalidad, la madurez, el futuro, el amor maduro, la capacidad de sentir al otro, los proyectos las energías puestas al servicio de la sexualidad.
Para lograr esa maduración hay que darle tiempo al tiempo.
La observación de la realidad, la transferencia de lecturas, y el hecho de frecuentar a grandes investigadores de este tiempo, están en este libro, más maduro, más crecido que los anteriores, y en él ocupa un lugar especial otro tema que  me llevó a comprender y aceptar, a guiar mi propia vida  y a guiar sobre la Pirámide  de Maslow. Tal como se la ve y puede ampliarse en Internet:                                      
                                        https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhSmmxdwiV-3wtoiWtwnTXdCYDZMaaN30FC3AyuWqcU7p-crPMu_h34QSFK5TkHCuc7TmOEDqJEG5jCEsuPNuRsR-dlUPCBe-eoPr4ECd4ntMfgBDnONppOmrOcGcO253GTZZz5Qwt7IiR-/s1600/maslow1.gif

    Aplicando estas ideas a la educación sexual, pude  transmitirle a los chicos casi diría con atrevimiento una certeza:
     Si se apuran en tener relaciones sexuales, si no controlan sus impulsos y actúan como el hambriento que no elige, ni discrimina la calidad de lo que devora, se encontrarán  con la zona oscura, con los males del sexo, con lo instintivo, lo pulsional, lo no madurado racionalmente, entonces, como ha sucedido con la mala alimentación, se encontrarán con males que tienen nombre propio: adicción, ceguera, mala selecciones, dependencia de lo físico, futuro incierto por la mala preparación, por no haberle  puesto fuerza y energía.  Además del peligro de las enfermedades de transmisión sexual, además de embarazos e hijos que llevarán el estigma de haber sido indeseados, se encontrarán con angustias, frustraciones, desequilibrios del aparato psíquico, adicción, ceguera, malas elecciones, confusión de sensaciones y emociones con sentimientos, y el quiebre del camino de la auto realización personal.
       Son mayorías los que quedan en los primeros peldaños de la Pirámide  de Maslow satisfaciendo necesidades elementales, las instintivas, las del nivel reptiliano, convertidos en espectadores de la vida de los otros, necesitados de ayuda exterior para sentirse vivos o tener alegría,  y con la  justificación tan dolorosamente repetida: “Tengo mala suerte, la vida me trata mal”. 
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        Bien, estos y más temas de los que sería interminable hablar han integrado cada uno de mis libros y el que presento hoy. Espero que en su lectura encuentren los docentes satisfacción por poder hablar más preparados y genuinamente convencidos del maravilloso sentido de esta nueva materia, los padres con más elementos para orientar con seguridad y autoridad y los adolescentes, los alumnos, una guía que los conduzca a una vida mucho más feliz que la de sus antecesores, que fue construida a puro golpe de intuición, experiencia y prohibición, por no decir represión, que es todo lo contrario a conocimiento y libre elección que es lo que pretendemos lograr en estos tiempos, y felicidad,  en la que creo, con todo mi cerebro y corazón.
                                 
                            Gladys Seppi Fernández

CONFERENCIA DICTADA EN VILLA DOLORES  INVITADA POR LA COMISIÓN DE CULTURA MUNICIPAL- 21/6/12