La enfermedad del poder

La salud mental determina que una persona es sana cuando mantiene un equilibrio con el entorno sociocultural, es decir, cuando tiene equilibrio racional y emocional.
06/06/2013 14:00 | Gladys Seppi Fernández
Entre las exigencias para desempeñar cualquier cargo, en toda jurisdicción y categorías, el aspirante debe presentar, al menos, certificados de estudios cursados, de idoneidad y, en especial, de aptitud física y mental.

TRAS LAS GRANDES POSIBILIDADES DEL DESARROLLO HUMANO


La feria del libro es un buen momento para buscar al autor de nuestras preferencias e inclinaciones:
Algunos van tras las novelas románticas, hay quien admira y sigue apasionadamente los detalles e indicios de la novela policial o quien se inclina por la novela histórica o por los poemas y tanto más. Los gustos son tan variados como tipos y géneros de libros se ofrecen en esta feria, en cada librería.

UTILICEMOS LA PALABRA

     Nadie puede negar hoy, sobre todo ningún adulto debiera hacerlo, el hecho evidente de que la erotización se ha metido como un humo invisible a vivir en nuestros hogares, en las escuelas, en todo el ambiente social.
     La erotización actual, unida al sentido hedonista de la vida contemporánea, ha permitido que se dibujen con contornos cada vez más fuertes en el fondo de cualquier escenario, las formas de mujeres escasamente vestidas, sugestivas en sus colas prominentes, en pechos exultantes que son utilizadas como medio para incitar a cualquier consumo: un auto, un teléfono, un perfume, una casa  y hasta un terreno.
    Todo objeto ofrecido utiliza las llamativas formas de una mujer hermosa  que tanto llaman a comprar como a estimular el deseo primario de posesión. 

Educar es también frustrar

Muchos adultos abandonan los brazos de sus ideales cuando presienten que pueden contrariar a los menores y crear conflictos; de esa manera optan por lo más fácil.

A muchos padres y docentes que se involucran activa, responsable e incluso apasionadamente en la educación de sus hijos y alumnos, niños y adolescentes, cuya transformación en personas desarrolladas y de bien apuntalan, les debe acometer una aguda desazón cuando comprueban que, lejos de despertar su agradecimiento, generan un hostil distanciamiento y que se los califique de anticuados, perimidos o el temible "viejo".

Ser joven hoy

“No es joven quien se transforma en esclavo del hábito, repitiendo todos los días los mismos trayectos. Quien no cambia de marca, no arriesga vestir un color nuevo y no le habla a quien no conoce”. (Pablo Neruda).
Escribe Gladys Seppi Fernández (*)
Las palabras de Neruda son muy esclarecedoras: Es joven el que se decide a hacer un camino nuevo… para ir a alguna parte, lo que nos lleva reflexionar en cómo se vive la etapa de la juventud en nuestro país.

El desarrollo personal de cada individuo


“En el arte de vivir el hombre es el artista y el objeto de su arte, el escultor y el mármol; el médico y el paciente” (Erich Fromm).

En la nota editorial del 29 de marzo de La Voz del Interior se pone especial énfasis en la necesidad de propender al desarrollo personal del individuo. Aparece así un tema escasamente analizado hasta hoy, cuyo tratamiento desafía y urge, sobre todo a quienes tienen responsabilidades de conducción, para que consideren como un alto fin apoyar y orientar el desarrollo de la humanidad plena que cada individuo trae consigo.
En el orden mundial e irradiando a grandes multitudes encontramos la influencia sanadora que actualmente ejerce el nuevo Papa, humilde, cercano, ejemplo de amoroso respeto por el valor de cada ser humano.

LIDERAZGO Y SALUD MENTAL

             

Entre las exigencias para desempeñar cualquier cargo, en toda jurisdicción y  categorías, el aspirante debe presentar, al menos, certificados de estudios cursados, idoneidad y,  especialmente, de aptitud física y mental.
     Sin embargo, esta exigencia no existe para los cargos políticos. Es cierto que en ese campo se encuentran personalidades destacadas, capaces y hasta brillantes, pero suele ser el amiguismo, el parentesco, la cercanía, el asistir a reuniones partidarias o desempeñarse como hábil transmisor de propósitos que halagan y suenan prometedores, lo que ha otorgado el pasaporte válido para ingresar al mundo de la política.