Por el surco
de la mujer
andan los siglos
repitiendo la especie.
Allí derrama el hombre su lava mensajera de
infinitos.
Allí se hace el nombre nuevo,
se entretejen las letras,
y en sus diástoles
y sístoles, el corazón
vuelve a conjugar acordes,
a pulsar renovadas primaveras.
Por el surco
de la mujer
el mundo vuelve a mecerse
y es amamantamiento,
y tibieza,
entrega,
insomnio,
caricia y abrazo,
y ala y soplido.
Es que la vida busca repetirse.
Elige el lugar,
lo labra, lo endulza,
lo tienta hasta dar con la boca temblorosa,
centro donde ha de henchirse la alegría de la semilla
clavada hasta la empuñadura.
Para la renovación de la espiga.
Para desafiar al
sol y a sus crepúsculos.
Por el surco de la mujer
Por el surco de la mujer
la especie cumple su vocación
de eterno regreso.
GLADYS SEPPI FERNÁNDEZ
GLADYS SEPPI FERNÁNDEZ
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