Representaciones de la poesía lírica

Veamos algunas representaciones de la poesía lírica

Desalojamiento
de José Pedroni

La nieve casta su perdón desmiga

Sobre la oscura ancianidad del suelo,
Cuando la tierra ya no puede, amiga,
Calladamente se deshoja el cielo.

Así el espino, y el parral, y el banco,
Visten la gracia de este nuevo adorno.
El haz de leña es un osito blanco,
Y es una choza de esquimal el horno.

Fija en la mía tu mirada pura
Pues dan mis ojos a un paisaje interno,
Y mira cómo nieva tu ternura
Sobre mi triste corazón de invierno.


Tal vez el lector desee leer esta poesía, hablar de este poeta de la intimidad,  que es lo que fue José Pedroni y después llegar a elaborar un juicio crítico sobre el valor poético, de
“Deshojamiento”. Tal vez se detenga en su  contenido, o desee experimentar con sus alumnos los alcances de su comprensión con otras técnicas conocidas.

Nosotros sumamos a ellas la representación que sigue escogida de entre más de treinta trabajos distintos que llegan, por diferentes caminos  a la interpretación del texto.
              
La representación es de  Franco, alumno de quinto año,  que trabajó en su computadora:


 La explicación de  Franco:

1- El narrador está acompañado por una amiga, ( N A ) . Están observando un cuadro indefinido- debiera marcar esa indeterminación pero no encontré ayuda en la computadora- donde se está produciendo una nevada. ( ^ ^^ ) Hay contrastes entre la blancura que la nieve derrama y el suelo oscuro. El cuadro pertenece al mundo exterior.

2- El narrador se detiene en los cambios que produce la nevada en cinco elementos : el espino, el parral y el banco aparecen enumerados al principio; después aparecen dos elementos transfigurados por efecto de la nieve: el haz de leña y el horno, que pueden confundirse con los términos de la metáfora impura que se utiliza.

3- El narrador se desplaza hacia la contemplación de su propio corazón donde nieva la ternura de la mujer.


La construcción simbólica se resuelve en dos partes o micro- estructuras. Primera y segunda estrofa: lo externo. Tercera, lo interior.
Los recursos expresivos enriquecen este texto. El adjetivo “casta”, aplicado a nieve,  relaciona con mujer, así como el “La oscura ancianidad del suelo”  remite al hombre.

La enumeración es visible en la representación- dice  Franco señalando el segundo cuadro en donde aparecen los sustantivos, espino, parral, banco- también las dos metáforas impuras con las que se completan los elementos vestidos el haz de leña y el horno- transfigurados por la nieve en  2 osito blanco” y “ choza de esquimal” .

Me parece un hallazgo la expresión “triste corazón de invierno” que remite al cansado corazón del hombre.

El conector “así” une las dos primeras estrofas que se refieren a lo exterior, el  verbo en imperativo, “fija” conecta con el mundo interior.
Este bello poema me invita a leer más buscando lo que hace al hombre inefable: el amor.”



Hacia una adecuada transferencia

Las pequeñas obras maestras suelen certificar su valor dejándonos ennoblecedoras enseñanzas.
El aprendizaje se vuelve particularmente significativo cuando arribamos a este estadio, el de la transferencia.
¿Qué nos enseña, cómo aplicar en nuestra cotidianidad lo leído?
¿Acaso no  hemos crecido, levantado las alas, enriquecido nuestra perspectiva vital después de leer este texto?
De pronto se nos  hace claro:


Volverán las oscuras golondrinas
de Gustavo Adolfo Bécquer.



“Volverán las oscuras golondrinas
en tu balcón sus nidos a colgar
y otra vez con el ala a sus cristales
jugando llamarán.

Pero aquéllas que el vuelo refrenaban
Tu hermosura y mi dicha al contemplar
Aquellas que aprendieron nuestros nombres,
¡Ésas, no volverán!

Volverán las tupidas madreselvas
De tu jardín los muros a escalar
Y  otra vez a la tarde aún más hermosas
Sus flores se abrirán.

Pero aquéllas cuajadas de rocío,
Cuyas gotas mirábamos temblar
Y caer como lágrimas del día,
¡ Ésas, no volverán!

Volverán del amor en tus oídos
Las palabras ardientes a sonar,
Tu corazón de tu profundo sueño
Tal vez despertará.

Pero mudo, y absorto, y de rodillas,
Como se adora a Dios ante su  altar,
Como yo te he querido, desengáñate,
¡Así no te querrán¡
                                                                                        

Si pudiéramos observar una clase  de interpretación a través de la creación de ideografismos de este texto- recitado por las generaciones que nos precedieron, y que seguramente seguirá por los siglos-, veríamos:

Los alumnos,  unos frente al pizarrón, otros en sus pupitres,  autónomos y participativos,  y entre múltiples propuestas que cada uno pasa a explicar  van acercándose  a la más ajustada interpretación,  búsqueda en la que participan  todos, en actitudes de consulta y cooperación  y  con la guía de la docente que hace preguntas inferenciales y deductivas.

Es importante hablar del contexto histórico, de Bécquer, del romanticismo, de la exaltación del "yo".
También se hace necesario aclarar por qué se lee todavía a Bécquer, su resonancia permanente en los sentimientos humanos, su indudable permanencia.
Los chicos se sumergen en el texto, lapicera en mano, hoja en blanco llamando  a ser llenada.
Marcan apartados, hacen cuadros, buscan al narrador, lo ubican, señalan elementos, personajes, crean símbolos para representarlos y van a las acciones. Se consultan "¿Cómo representarías "volverán"?", "lo tengo, del pasado al presente", no, sí. Cotejan, borran.

Al fin,  se eligen  algunas representaciones, (todas tienen  el sello  particular del creador) y  todas y cada una deberán ser respetadas y servirán de apoyo a la corrección de errores.
El argumento de cada apartado queda elaborado en las carpetas.
Es un trabajo personal pero la rima se lee y relee para todos, después de  seleccionar alguna representación que servirá de guía: Elegimos una visualización  que ha destacado  lo temporal – pasado- presente- utilizando un  desplazamiento de los cuadros y flechas. Pertenece a Silvia Muñoz y es la que sigue:


Silvia M . Tuvo la idea de fundir los seis apartados en tres, que explicó segura de aportar un hallazgo:

En la primera secuencia, que abarca las dos primeras estrofas, el narrador, omnisciente, ubicado en el presente, habla del regreso cíclico de las golondrinas 

Pero deja retenidas en un tiempo pasado ( TP ) un grupo que se relacionaron con su amor.- (el tiempo presente queda vacío porque ésas no volverán).

En el segundo momento- tercera y cuarta estrofa- el narrador que permanece en su posición de narrador omnisciente (N), escoge las madreselvas para hablar de su periódico regreso a escalar las tapias, pero retiene en el TP a las que ellos contemplaban .

Y ya en el tercer apartado, Bécquer, pasando a la posición de protagonista , ubicándose en el centro del cuadro, admite la posibilidad de que vuelva el amor para ella, pero no tendrá la dimensión el amor que él te profesó ( Por eso el vacío del cuadro)

Las palabras finales resumen todo el tema:

"Como yo te he querido, desengáñate, ¡Así, no te querrán!"

A todos nos parece acertada y muy creativa  la representación  de Ariana.
Su explicación surgió fluida,  segura.
Las imágenes visuales la guiaban. Ella relaciona cada apartado con lo creado, los  signos apoyan  su explicación.

Y así un texto de difícil definición, aunque de fácil degustación, queda claramente interpretado.
Entre  la participación de otros alumnos y los "¿Lo puedo decir yo?", que proclaman la certidumbre de haber llegado a entender y vivenciar, el tema o intención becqueriano se hace claro:


Y queda a la vista la estructura, el plan de composición, eso que hace a la macro estructura  textual de un poema perfecto.

Los alumnos pueden reflexionar más profundamente y aún observar:
Allí, en las representaciones de tantos, pero sobre todo en la lograda por Silvia  se ven los tres momentos paralelamente construidos, y tan paralelos que comienzan con el mismo efecto de campanazo "volverán", y tan simétricamente colocados, que parecen quebrarse al medio con el sentido adversativo del conector "pero", para concluir en los acordes finales con el vibrante : "¡No volverán!", "¡No te querrán!".

Un mundo íntimo simbólicamente representado
En el que los  recursos expresivos    se hacen visibles:



Imágenes visuales- sustantivos concretos- golondrinas, madreselvas, una acción cíclica, un juego en la temporalidad verbal- del futuro al pasado (TP) (TF), y el hipérbaton alcanzando el ritmo con su retorcimiento sintáctico ("de tu balcón sus nidos a colgar", "En tu jardín los muros a escalar"), hacen la maravillosa sonoridad de estos versos eternos.

Los conectores quedan al desnudo.
Sobre todo "pero" que prepara la negación.

El  juicio valorativo  se asoma en los ojos brillantes de los adolescentes, en su vibrante admiración, en su asombro  renacido.
"¡Sí! ¡Es una preciosa poesía! ¡Es sublime! ¡Es extraordinariamente musical! ¡Y dice tanto!
¡Cuánto pueden decir los poetas!, ¡Cuánto alcance tienen las palabras  que pueden transitar, por su belleza, tantos siglos!
Y qué magnífica la estructuración acompañada por una métrica  en que los endecasílabos  terminan cediéndole su longitud a los heptasílabos.

En cuanto a la transferencia a la vida personal uno de los chicos habla de una nueva vibración, un nacido respeto por los poetas, una saludable admiración por quienes trabajan con las palabras y el deseo de amar como amaron aquellos románticos del siglo XIX. 

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