El trabajo y la realización humana

GLADYS SEPPI Fernández (*)
Signo de vitalidad, energía, fuerza y salud física y mental, el trabajo eleva la vida del hombre y del colectivo social al que pertenece. De esa manera podemos decir que, desde la etapa de imitación de los juegos infantiles, pasando por la preparación de la adolescencia para un futuro desempeño en uno de los infinitos campos laborales, el trabajo es una de las columnas vertebrales del crecimiento humano.
Sin embargo hoy escasean puestos de trabajo y, paradójicamente, cuando se necesita un trabajador, no se lo encuentra en un país urgido de manos laboriosas, de músculos, de ingenio, de capacidad intelectual, de creatividad, de inventiva. En un país que necesitaría multiplicar las tareas para que las aún miles de hectáreas de campos sin cultivar se llenen de semillas, las ciudades de fábricas, el territorio nacional de escuelas donde la siembra del conocimiento arraigue en mentes más lúcidas, faltan manos, músculos, inteligencias, entusiasmo. Hace falta una labor ordenadora encaminada a un objetivo definido y asimilado por la gente.
Urge que tengamos una dirigencia que oriente y optimice la medianía del desempeño laboral actual. ¿Medianía? Tal vez debiéramos hablar de precariedad del trabajo argentino, ya que una gran parte del pueblo se recuesta hoy en la comodidad de planes sociales que, si bien aseguran la satisfacción de algunas necesidades básicas, al llevar implícita la imposibilidad de trabajar so pena de perder esos beneficios ha ido generando tal debilitamiento y conformidad que muchos se quedan en sus casas a la espera de lo que les da el gobierno.
¿Los resultados? Hombres y mujeres que reciben dádivas anulan el ejercicio de una de las tareas más ennoblecedoras del hombre, la de trabajar, crear, aportar.
Sin embargo, es por los beneficios que investigadores, técnicos, científicos han creado y perfeccionado, como se nos ha hecho la vida de más calidad, más cómoda y confortable, o es por trabajos mal realizados, por culpa del desgano, del maltrato de empleados disconformes, como la vida de todos los habitantes se vuelve más pesarosa.
Tras las leyes que organizan la vida social, los diagnósticos que describen la salud de algún órgano, la sonrisa que muestra una dentadura sana, los informes que nos previenen sobre los cambios climáticos, las rutas que surcan los aviones, el curso que siguió el Curiosity para llegar a Marte, los edificios que se levantan, en todo cuanto nos rodea está la mano del trabajo, haciendo, proyectando, experimentando y perfeccionándose.
Ante ese quehacer empeñoso de gente trabajadora nos preguntamos: ¿se ha llegado a la cúspide de los logros?, ¿se han cubierto todas las necesidades?
Creemos que no, que son muchos aún los espacios inexplorados, las soluciones que pudieran mejorar más la convivencia y optimizar la estadía del hombre en la Tierra y, sobre todo, obviamente, en la Argentina. Los problemas actuales desafían ideas fuertes, contundentes, más acción, más estudio e investigación, más cambios.
La seguridad, por ejemplo, demanda mayor dedicación policíaca y judicial; la desigualdad económica, la pobreza de millones reclaman de la inteligencia de los economistas; la dificultosa atención médica de los hospitales exige un trabajo mejor articulado, y ¡qué podemos decir que no se haya dicho de lo necesitada que está la educación de mentes directrices, de buenos y trabajadores docentes que le den nuevas fuerzas!
Por otro lado, es tiempo de valorar adecuadamente los resultados de cada tipo de oficio y profesión. ¿Se tienen en cuenta su finalidad, objetivos, efectos en el destino de los habitantes y de la misma república?
Hay actividades que tejen invisibles redes en lo subterráneo de las vidas, que apuntalan su desarrollo y que, por lo mismo, reclaman una mayor jerarquización.
Exaltar el valor de algunas labores, distinguir la primacía de unas sobre otras, es una tarea de gente pensante, comprometida, lúcida y visionaria, que logre traspasar lo meramente cuantificable para asentarse en lo que hace la vida de mayor calidad, aquello esencial e invisible a los ojos, como marcó Saint Exupéry.
La tarea docente, por ejemplo. Todavía no han surgido de los ministerios o de la misma escuela medidas que energicen y potencien la entrega del maestro, del profesor, a la gran obra que puede y debe realizar con y en favor de la vida de sus alumnos. Los ejemplos de una amorosa y convencida entrega de ideas, orientación, conocimientos aplicables, son un chispazo fugaz que pronto se apaga entre los bostezos del desgano y del desencanto. ¡Faltan los estímulos! Cuesta dar más y mejor cuando no existe reconocimiento que es, a su vez, la misión de quienes están dirigiendo desde puestos más altos. Y es desde allí, justamente, desde donde se esperan soluciones más profundas, donde debiera haber más ingeniosa y creativa labor para que todos los estamentos se articulen en un trabajo de equipos más eficientes.
Hace falta gente que trabaje en este extenso país, muchos más, porque todavía existen problemas básicos y de real incidencia en la cotidianeidad de todo el colectivo social, como es generar puestos para los miles de jóvenes desocupados que hoy deambulan por calles sin norte. Y aún más, ¡cuánto debe hacerse para que cada persona en edad de trabajar realice un oficio acorde con su talento, sus capacidades y hasta con su vocación! Por ahora, una utopía, sí, ¿pero cuántas utopías, sueños, proyectos aparentemente inalcanzables ha logrado hacer realidad el quehacer humano?
Que cada labor se realice en condiciones dignas, con alegría y placer, que permita aflorar el buen trato hacia los demás, que no transforme al hombre en una persona sin alma y malhumorada. Que cada uno ame lo que hace y vertebre su vida alrededor de un trabajo en el que se fortalezca el sentimiento del propio valor, una autoestima creciente y una creatividad efervescente, ha de dar sentido de pertenencia y aumentará la confianza de cada argentino en sí y en los demás.
¡Y cuánto debemos trabajar como sociedad para erradicar la explotación de menores, de extranjeros, de individuos vulnerables! ¡Cuánto esfuerzo se necesita para mover el gozne del cambio en mentalidades que dan mensajes solamente para la defensa de derechos y nunca de obligaciones! La sociedad urge de dirigentes que, amando el progreso, den ejemplos de integridad y de amor a la cosa pública.
¡Cuánto por hacer! Cuánta tarea en un país que, por ahora, no logra articular las entregas laborales ajustándolas a un grande y coherente proyecto nacional en el que la mirada esté enfocada no sólo en los resultados inmediatos, sino en los de mediano y largo plazo.
(*) Educadora. Escritora
gladysseppi.blogspot.com

¿A que apunta la educación Argentina?


Quizás una de las medidas más urgentes a tomar en el empeño de mejorar la educación de nuestro país y ascender a mejores puestos en los certámenes mundiales (más que por la competencia en sí, para poder medir cuánto se ha logrado en los niveles posibles de alcanzar) sea la de fijar su finalidad, a qué apunta y qué tipo de personas y ciudadanos se pretende formar.
Absolutamente carente de ellos, diluidas las metas en un borroso “aprender a aprender” sin aclarar los qué ni los cómo, la educación argentina marcha a la deriva.
Sin puerto inmediato ni mediato, debilitada su misión, ¿qué puede esperarse si no que el medioambiente que la rodea la impregne de su laxitud, de su todo vale, de la devaluación de los valores que dignifican la vida, de la exacerbación de lo instintivo, impulsivo, irracional para satisfacer el placer incontrolado, del no querer hacer, de la imitación de los “más vivos que se llevan las riquezas del país y las reparten entre quienes están a su alrededor”?
No se puede pedir a la escuela que permanezca inmune a los males ambientales mientras casi todas las instituciones manifiestan, en mayor o menor grado, haber sido alcanzadas por la corrosión, estar manchadas por las sospechas de negocios vergonzosos, es decir desgastadas y desautorizadas; no se le puede exigir lo que no se logra en el ámbito social; no se les puede pedir a los docentes lo que no pueden lograr los padres en el hogar. 
Sin embargo ella, la escuela, es una institución madre y debe buscar, imperiosamente, motivos que le den sentido y vigor, porque de su mejoramiento depende una vida social más sana. Por eso, aclarar los objetivos que persigue y resignificar términos que la orienten, es esencial,
ya que la escuela, de la misma manera en que lo
hace la familia en la primera etapa del desarrollo humano, forma a los futuros ciudadanos, los que han de llevar a su trabajo, cargo, profesión u oficio la incorporación de hábitos que más tarde, ya transformados en carácter, se vuelven imposibles de reformar.
¿Se ha pensado, por ejemplo, en refundar palabras que se han perdido en su misma obviedad o no han vuelto a repensarse, como es por ejemplo “educar”?
Tanto se habla de educación, pero ¿qué es educar? Las definiciones académicas sobran pero si las pusiéramos cerca del oído común, del hombre y padre de la calle, y tratáramos de dar claridad, podríamos decir que “educar” significa hacer conscientes ideas, conocimientos, llevarlos al cerebro reflexivo, al que piensa y elabora juicios críticos, selecciona, elige y juzga cada acción y decisión a tomar en beneficio del mejor desarrollo humano.
Entre los valores de los que poco o nada se hablan cuando se proponen fines en educación, uno de los principales es la responsabilidad.
En el aula Los docentes sufren o quizás ya están acostumbrados a la falta de cumplimiento de las tareas tanto dentro de la escuela como fuera de ella; sufren la desidia, la apatía, la indiferencia de los chicos de hoy. También sus permitidas rebeldías.
Habituados al “no estudié”, “tengo sueño, anoche me quedé hasta tarde viendo tevé”
y otras lamentables respuestas, han ido ablandando las exigencias y finalmente hoy manifiestan una débil voluntad para hacer cumplir los objetivos mínimos de su materia. De esa manera, los alumnos pasan sin saber y los docentes, que tampoco deben responder a ninguna autoridad que se haga cargo, caen en el estado de anomia actualmente generalizada. ¿Cómo pretender que los alumnos argentinos ocupen lugares más altos en los exámenes Pisa si hoy no superan los más elementales y confeccionados a la cómoda medida de los argentinos? Además, si nuestros maestros fueran sometidos a estos exámenes internacionales, ¿cuál sería el nivel que alcanzarían? Otro tema para pensar.
Restablecer la gestión de actitudes responsables de todos los agentes del quehacer escolar, hacer que el alumno actúe convencido de los bienes que puede lograr en sí mismo, poner en claro los fines parciales de cada nivel hasta lograr tanto conocimientos como actitudes y conductas, debiera ser tarea actual de la más alta conducción educativa, de los ministerios nacional y provinciales que, por lo que se puede ver, hacen muy poco, ganados también por el dejar pasar, permitir que las cosas sucedan, no intervenir; en fin, no saber adónde se dirigen. Falta convicción en los que conducen la educación argentina, falta fuerza y esa debilidad se derrama desde arriba hacia abajo.
Un gran objetivo: la responsabilidad
Es fácilmente observable que la demagogia generalizada en el orden político, familiar, y también escolar, manifestada en permisividad, sobreprotección y ahogo de posibilidades de desarrollo personal, ha producido una mayoría de ciudadanos que no responden por sus actos, que son irresponsables a pesar de haber alcanzado la edad adulta, lo que habla de un grado deficiente de preparación y madurez.
¿No es urgente, entonces, pedir que sea la familia y la escuela las que formen a las nuevas generaciones en el ejercicio de la responsabilidad? Para lograrlo habrá que empezar a tomar algunas medidas como:
En la familia, dándoles a los chicos tareas acordes a las capacidades de la edad pero de las que cada uno debe hacerse cargo.
En la escuela, con objetivos claros, secuenciados, subordinados a las grandes metas de la educación hasta lograr la participación interesada y creativa de los alumnos en su propia construcción. Con un cada vez más alto grado de exigencia sobre el que se habrá acordado con los padres y los mismos alumnos y con tareas bien pensadas que apunten al avance hacia los objetivos.
Y siempre la exaltación generosa de las acciones responsables de todos los agentes del que hacer educativo, desde la tarea ejemplar del docente que hace, cumple, da lo mejor de sí, a la de los alumnos esforzados, tan carentes hoy, en la mayoría de las escuelas, de estímulos. Hay mucho por hacer, por repensar, por trabajar. La
posibilidad de superarnos a través de la educación nos llena de renovadas esperanzas.
(*) Educadora. Escritora

El populismo, ¿pan para hoy...?


"Siembra un hábito y cosecharás un carácter; siembra un carácter y cosecharás un destino". Charles Reade

Los países más desarrollados del mundo observan hoy, estupefactos, que la Argentina, que prometía ascender a los más altos puestos en el concierto de las naciones en cuanto a prosperidad y bienestar general del pueblo, está cayendo en un estado de lamentable colapso.
¿La causa? La aplicación de un populismo demagogo y clientelista –de cuya fracasada y reiterada aplicación en distintos países del mundo da cuenta la historia– que lejos de lograr, como considera propio del término Laclau, "permitir que los de abajo asciendan a los puestos de arriba", provoca un mayor empobrecimiento de todo orden. No sólo económico.
Pero si el intento populista ha sido considerado "... la más grave enfermedad política de América Latina" (Escobar Salom), si "ningún régimen populista ha logrado cumplir sus promesas electoralistas y ha generado una corrupción incontrolable", (según el estudioso del tema Enrique Neira Fernández) ¿por qué se ha vuelto a someter a un país tan prometedor como el nuestro a la voracidad política de un régimen populista? No se habla acá del populismo en el sentido de integrar las masas populares al Estado; no se lo define, al estilo Laclau, como el populismo que se esfuerza por una real democratización, sino se lo considera como el de apoderamiento de las mayorías por parte del gobierno con propósitos electoralistas.
Lo cierto es que medios de comunicación, periodistas internacionales, economistas del mundo dedican largos párrafos a nuestro país, puesto en la mira mundial por el notable atraso que ha sufrido, desperdiciando potencialidades de progreso y prosperidad.
Entre los críticos, un argentino, Andrés Oppenheimer, un analista preocupado por nuestra problemática y cuya visión se amplía desde un canal internacional (CNN), explicó por qué marchamos tan a contrapelo de los países más progresistas del mundo y, recordando el privilegiado y promisorio lugar que ocupaba el nuestro en el concierto de las naciones un siglo atrás se pregunta: ¿qué pasó? ¿Por qué se perdió en el camino la promesa de transformar a este país, nuestro país, que se destacaba entre los latinoamericanos y en el mundo como la tierra de promisión a la que vinieron tantos inmigrantes para "hacerse la América"? ¿Qué conductas políticas y ciudadanas nos han igualado a los pueblos más atrasados del planeta, llevándonos a prácticas tan equivocadas que abortaron procesos de auténtico y sustentable desarrollo que nos tendrían hoy en una situación que asegurara al pueblo un nivel mucho más alto de su calidad de vida, puestos de trabajo digno y un mayor grado de bienestar en salud, educación, seguridad y economía?

Muchos analistas señalan como culpable al descarnado populismo, lo que es decir proteccionismo y encierro, que caracterizan al gobierno actual.

El populismo mal entendido y aplicado ha puesto grilletes a la prosperidad porque no deja actuar las fuerzas creativas del pueblo. Porque, sobre-protegiendo, anula, porque su verdadero fin es adormecerlo, satisfacer sus necesidades primarias (algo así como panza llena corazón contento) y para hacerlo da en forma de subsidios indiscriminados, planes sociales que no piden a cambio más trabajo, mejor desempeño, más esfuerzo creativo. No, solamente adhesión.

De esa manera, para sostener el sistema se ve obligado a imprimir moneda sin control, a estimular el consumo sin producción, a proteger, asfixiando a gobiernos provinciales, municipales, a los industriales, a las empresas, de cuya voluntad se apodera transformándolos en indignos súbditos y castigando con intención ejemplarizadora a quienes se atreven a insubordinarse.

Así, el pueblo, adormecidas las fuerzas que propenderían al desarrollo de sus humanas posibilidades, se contenta, satisfecho, distraído, disminuida su mirada a lo próximo e inmediato, al día a día, al pasarla bien. Es decir se queda en el pan para hoy, sin proyectos, sin ver el hambre que se avecina en el mañana.

El populismo no sólo adormece sino envilece las fuerzas creativas, ya que –según estudiosos del tema como Carlos Herrera– "sólo en condiciones de estabilidad política, seguridad jurídica, prácticas democráticas y respeto por los derechos del individuo, la economía y los negocios prosperan, es decir, disminuye la pobreza y aumenta el empleo social".

Nada es peor para el crecimiento de un país, aseguran quienes conocen, que las prácticas de intervencionismo económico, de subvenciones políticas, monopolios estatales, protecciones arancelarias, controles de precios y prohibiciones a las exportaciones, porque con ello se socava la base misma del sistema de libre mercado, cuya piedra fundacional es la idea de la competencia libre.

La voz de alarma debe llegar a la consideración del mismo pueblo ya que está estudiado, experimentado y por ello probado que: "El populismo impide que el verdadero potencial productivo de un país se ponga en movimiento; lleva a más pobreza y a más exclusión social, amén de crear corrupción y clientelismo de una insaciable voracidad". (Raimundo Frei, Chile).

El populista es en realidad un hábil vendedor de ilusiones, pero su verdadera obsesión en la vida es el poder, no el servicio a su sociedad. Por eso no asume ninguna responsabilidad por lo que promete, es decir, no hace ningún esfuerzo por contrastar lo que dice con los datos de la realidad, no coteja resultados, no examina la historia ni investiga las causas de fondo.

Indudablemente, como pasa en el orden familiar, escolar o en cualquier otra institución, la sobreprotección, el no dejar hacer ni crecer porque el padre lo sabe y hace todo, es decir la demagogia familiar y política, genera hijos o ciudadanos indisciplinados, indolentes. Vagos.

Preguntado un invitado del programa de Oppenheimer por qué hay países que han pasado de la pobreza a la bonanza y prosperidad ha respondido: "Porque forman hábitos de trabajo y esfuerzo en su gente, porque la educación pone el acento en los saberes fundamentales", a lo que sumó otro comentarista: "La escuela disciplina a los chicos, enseñándoles bien las matemáticas y agudizando su comprensión lectora, lo que los lleva a optimizar su capacidad de pensar y juzgar".

Y también, a votar mejor –agregamos nosotros–.

(*) Escritora y educadora

SCANEAMOS TRABAJOS DE ALUMNOS SOBRE DIVERSOS TEXTOS

E  Algunos ya analizados, otros que pediremos al lector busque y trabaje sobre él.
    ( Para que el lector vea las 
       diferentes manera de "ver").



   
a





Y también del sauce y el arroyo, ya analizado






Y otro....


    
                          CUENTOS DE BORGES

 Y otros de textos como "El fin", de Borges que el lector podrá buscar en las obras de este autor:

TEXTOS ARGUMENTATIVOS



     La trama argumentativa vehiculiza ideas que, al combinarse con lasfunciones del lenguaje dan 
    como resultan textos:  Prescriptivos: ( avisos, folletos), Periodísticos ( artículos de opinión, editoriales), científicos ( tesis y monografías) y políticos (  discursos).
       En los textos de este tipo el emisor  ( E )  utiliza argumentos dirigidos al receptor ( R ).  

 Norma Morandini, periodista, escribe refiriéndose al tema, en la revista RUMBOS:

  LA VIDA PLANA : (  FRAGMENTO):

(...) “Al leer esta información entendí por qué nosotros ya estamos en el futuro: la telebasura.
 Como siempre somos precursores de nosotros mismos y copiamos todo lo que viene de
 afuera, comprendí por qué los noticieros han dejado de informar para entretener, son más 
espectáculo que servicio y, sobre todo, priorizan lo interesante a lo importante.(...) 
Constato el exagerado crédito que se le da a las mediciones de audiencia por encima de lo que
 debiera ser una obligación constitucional, el derecho  de las sociedades a ser informadas.(...) 
Pero lo que habría que modificar son los noticieros. No porque no haya que mostrar el mundo 
al que, por ahora, pertenecemos, sino que la vida real brilla por su ausencia en esa pantalla 
que cada vez es más cara, más chata y más plana. Como nuestra vida.”

        Le entregamos una imagen creada por Ana María López,  periodista asistente a uno de mis cursos
 que resume el argumento guiándose por una imagen creada por ella:






A los argentinos nos llega- como todo- de afuera. También esta inclinación a ver una televisión

 que muestra una realidad oscura, a través de una pantalla plana, como nuestra vida”.

POESÍA LÍRICA



    Lo que interesa es lo interno. Para que el lector lo entienda se pasa
    por lo objetivable, exterior.
         
                               
                                             DESHOJAMIENTO

             De José Pedroni

                                         La nieve casta su perdón desmiga
                 Sobre la oscura ancianidad del suelo,
                         cuando la tierra ya no puede, amiga,
                 calladamente se deshoja el cielo.

                 Así el espino, y el parral, y el banco,
               visten la gracia de este nuevo adorno.
                El haz de leña es un osito blanco,
                y es una choza de esquimal el horno.

                Fija en la mía tu mirada pura
              pues dan mis ojos a un paisaje interno,
              y mira cómo nieva tu ternura
              sobre mi triste corazón de invierno.
  
                  ALGUNOS TRABAJOS TOMADOS AL AZAR 
                       Y PASADOS A LA COMPUTADORA



     La representación  que sigue es de  Franco, alumno de quinto año,  que trabajó en  la computadora:
                      
                         MUNDO EXTERIOR                                        MUNDO INTERNO












La explicación de  Franco:

1-   El  narrador está acompañado por una amiga, ( N A ) . Están  observando un cuadro indefinido- debiera marcar esa indeterminación  pero no encontré ayuda en la computadora- donde  se está produciendo una nevada. ( ^ ^^ )
   Hay contrastes entre la blancura que la nieve derrama y el suelo oscuro. 
    El cuadro pertenece al mundo exterior.

    2-  El narrador se detiene en los cambios que produce  la nevada  en cinco
   elementos : el espino, el parral y el banco aparecen enumerados  al 
    principio; después aparecen dos elementos transfigurados por efecto de la
    nieve : el haz de leña y el horno, que pueden confundirse con los términos
    de la metáfora impura que se utiliza.
   3- El narrador se desplaza hacia la contemplación de su propio corazón
    donde nieva la ternura de la mujer.

          La construcción simbólica se resuelve en dos  partes o micro- 
     estructuras. Primera y segunda estrofa: lo externo. Tercera, lo interior.
    Los recursos expresivos enriquecen este texto. El adjetivo “casta”, 
     aplicado a nieve,  relaciona con mujer, así como el “La oscura ancianidad
     del suelo”  remite al hombre.
   La enumeración es visible en la representación- dice  Franco señalando el segundo cuadro en donde aparecen los sustantivos, espino, parral, banco- también las dos  metáforas impuras con las que se completan los elementos vestidos el haz
     de leña y el horno- transfigurados por la nieve en  2 osito blanco” y 
    “choza de esquimal” .
     Me parece un hallazgo la expresión “triste corazón de invierno” que 
    remite al cansado corazón del hombre.
    El conector “así” une las dos primeras estrofas que se refieren a lo exterior
    el  verbo en imperativo, “fija” conecta con el mundo interior.
     Este bello poema me invita a leer más buscando lo que hace al hombre
    inefable: el amor.”

LA INSCRIPCIÓN DEL FARO DE ALEJANDRÍA.


     Del libro “PARÁBOLAS” de José Rodó que esperamos el lector pueda localizar y leer.

     Lo que “vio” en este texto  Martín Alvarez del IPEA Nº3 fue representado así:  

   PARÁBOLAS
        

 Los personaje están representados por la letra inicial
  de su nombre: T: Tolomeo.
    Las flechas, los movimientos.
    Le queda al lector completar este trabajo.

Cuentos

    Hemos leído y trabajado con cuentos como "El niño carpintero" de Juan Coletti y "La trama" de J.L   Borges.
El esquema de la narración se repite, a veces se complica.
Lo volvemos a observar en otro cuento de Borges:
       INFERNO, 1, 32
    
   Desde el crepúsculo del día hasta el crepúsculo de la noche, un leopardo, en los años finales del siglo XII, veía unas tablas de madera, unos barrotes verticales de hierro,  hombres y mujeres cambiantes, un paredón  y tal vez una canaleta de piedras con hojas secas. No sabía, no podía saber, que anhelaba amor y crueldad, y el caliente placer de despedazar y el viento con olor a venado, pero algo en él se ahogaba y se rebelaba y Dios le habló en un sueño:
     “Vives y morirás en esta prisión, para que un hombre  que yo sé te mire un determinado número de veces y no te olvide y ponga tu figura y tu símbolo en un poema que tiene su preciso lugar en la trama del universo.
    Padeces cautiverio pero habrás dado una palabra al poema.”.
    Dios en el sueño, iluminó la rudeza del animal y éste comprendió las razones y aceptó ese destino, pero sólo hubo en él , cuando despertó, una oscura resignación, una valerosa ignorancia, porque la máquina del mundo es harto compleja para la simplicidad de una fiera.
       Años después, Dante moría en Rávena , tan injustificado y tan solo como cualquier otro hombre. En un sueño, Dios le declaró el secreto propósito de su vida y de su labor; Dante, maravillado, supo al fin quién era y bendijo sus amarguras.
    La tradición refiere que, al despertar, sintió que había recibido y perdido una cosa infinita, algo que no podía recuperar ni vislumbrar siquiera, porque la máquina del mundo es harto compleja para la simplicidad de los hombres”.

   Trabajo de Comprensión realizada por Federico Viano de 5° año.
    
       De la que surge la explicación oral y escrita:

    “Borges regresa a un repetido plan: el de las repeticiones, el de las simetrías.

      Esta vez su posición de narrador omnisciente se refuerza, el tiempo captado raya en lo infinito, los personajes elegidos guardan las diametralmente opuestas distancias del tiempo y de la especie:
     El uno es un leopardo ( L ), una bestia que ignora lo que Borges , desde su omnisciencia (N) parece saber: su destino de “ despedazar”. Sin embargo sí siente una incierta inquietud por su sentido vital, por la proyección de su vida.
     Sentido que le es revelado en un sueño por Dios: “el ha nacido para ocupar un preciso lugar en la trama del universo: dar la palabra a un poema.”Algo de luz recibe la bestia pero mucho quedaba en un oculto misterio:
           El otro es un hombre, pero no cualquier hombre, es la más alta representación de los escogidos, nada menos que Dante, ( D )  el autor de “ La divina comedia”.
     Pero he aquí, que este magnífico también siente la incertidumbre de su destino, de su sentido y proyección, es decir su alma está llena de preguntas: ¿?
      Y también es Dios quien le revela, a través de un sueño, y abriendo apenas una hendija a la revelación, su sentido de estar en el mundo, “su secreto propósito”.
      Pero también a él, el gran poeta, la más alta expresión de la sensibilidad e inteligencia  humanas se le manifiesta inescrutable: “porque la máquina del mundo es harto compleja  para la simplicidad de los hombres.
        Nuevamente, el misterio.

      SIMETRÍAS, PARALELISMOS... quedan a la vista.

       “Si bien quedan en el plano de lo indescifrable algunos  simbolismos a los que nos cuesta llegar  porque la máquina “borgiana” es  harto compleja para la simplicidad de los hombres...” Termina diciendo Federico, a lo que agregamos:

     Con esta nueva estrategia  intentamos acercarnos y develar los secretos de la composición de Borges, genialidad admirada por todos los hombres del mundo.

LA NARRACIÓN


     La narración cuenta un hecho que produce intriga, sorpresa  y hasta puede llegar a inquietar y generar  miedo. El desenlace se produce cuando el nudo de una cuestión es desatado llegando a una solución que puede ser feliz  o no.
  Hemos analizado ejercicios diversos. Doy a continuación ejemplos de narración, partiendo de una representación básica, que, como observará el lector, se cumple en casi todas las composiciones de este tipo.
        Veamos  ese esquema básico:
1      
            1- Presentación del escenario, personajes, elementos que configuran el cuadro.
2          2- Una acción rompe la serenidad del cuadro, generando dudas y preguntas.
            3-Se da la solución, luz u oscuridad.       





    EJEMPLO EN   TEXTOS SENCILLOS.                                                       

"SUSTO"  de  PLATERO Y YO
                       Susto
                                                         
       “Era la comida de los niños. Soñaba la lámpara su rosada lumbre
       tibia sobre el mantel de nieve. Y los geranios rojos y las pintadas
       manzanas, coloreaban de una áspera alegría aquel sencillo
       idilio de caras inocentes.
        Las niñas comían como mujeres; los niños discutían como
       algunos hombres.
      Al fondo, dando el pecho a un pequeñuelo, la madre joven, rubia
       y bella los miraba sonriendo.
      Por la ventana del jardín la clara noche de estrellas temblaba
     dura y fría.
     De pronto Blanca huyó como un débil rayo a los brazos de la madre.
     Hubo un súbito silencio y luego, en un estrépito de sillas caídas,
    todos corrieron tras de ella, en un raudo alborotar, mirando,
    espantados, a la ventana.
      ¡El tonto de Platero!, puesta en el cristal su cabezota blanca,
      agigantada por las sombras, los cristales y el miedo, contemplaba
       quieto y triste el dulce comedor encendido.

       Esta es una  clásica narración seguramente conocida por el lector.
       Tantas veces se vuelve a este “susto” para dar clara idea de lo
       que es una narración, porque,  dentro de lo natural cotidiano-
       nada más lejos de los“efectos especiales” a que  recurre el
      arte hoy- esta sencilla pieza guarda una notable perfección.
         La valoremos con el análisis.

      Pero antes, una observación muy importante para no confundirnos:

      Insistimos: nunca imponer, el alumno
     creará mejores representaciones, las
     que valen, justamente, porque  son
    las que responden a su particular manera
     de leer, a sus conocimientos previos,
     (Recordar Vigotsky) al desarrollo
      de sus habilidades.


       Y ahora sí, el ejemplo, escogido de entre la diversidad
        y sólo teniendo en cuenta la capacidad de abstracción
        de un alumno, Fabricio CH.  frente a otros que abundan en detalles.

       Tres momentos o secuencias, tres cuadros y  un narrador, ¿externo? ¿protagonista?
  Ud. , que ya debe conocer nuestro código y quizás ha creado el suyo, o trabajar con lo que
    sus alumnos   sugieran puede seguir el argumento y partiendo 
    de la explicación de lo creado  otros ideografismos.
    Además ...   ¡Es tan sencillo, tan natural lo que le proponemos!
     Lo dejamos hacer...
     Un cuadro, luz, grupos , luego movimientos, intriga y finalmente la resolución 
   en una letra P, en la oscuridad que se opone a la luz....
En tanto le mostramos el ejemplo del trabajo de un alumno elegido entre tantos

    diferentes:




y OTRO EJEMPLO...TAN DIFERENTE MANERA DE VER PARA LLEGAR....
             A LA MISMA INTERPRETACIÓN.




       






                                *******************************************************************************************************************

 OTRAS NARRACIONES:


                                            “El loco”- "Platero y yo"

        “Vestido de luto, con mi larga barba nazarena y mi breve sombrero negro, debo cobrar un extraño
        aspecto, cabalgando en la blandura gris de Platero.
          Cuando, yendo a las viñas, cruzo las últimas calles blancas de cal con sol , los chiquillos gitanos,
       aceitosos y peludos, fuera de los harapos verdes, rojos y amarillos, las tensas barrigas tostadas, 
       corren detrás de nosotros, chillando largamente :
         _ ¡El loco!... ¡El loco! ¡El loco!
           Delante está el campo, ya  verde. Frente al cielo inmenso y puro, de un  incendiado  añil, mis ojos
      _ ¡tan lejos de mis oídos!_ se abren noblemente, recibiendo en su calma esa placidez sin nombre, 
        esa serenidad armoniosa y divina que vive en el sin fin del horizonte...

            Y  quedan allá lejos, por las altas eras, unos agudos gritos, velados finamente, entrecortados,
          jadeantes, aburridos:
    _      ¡El lo...co! ¡El lo...co! 


  
     Acompañamos con ejemplos de diferentes representaciones  que nos dicen:


     Así lo “ vio “  Fernando Campregher, segundo año:   


            1                                      2                             3

    Y así lo explicó :

     1: En este apartado  el narrador, protagonista, camina por las viñas y, 
     refiriéndose a su aspecto,  reconoce que a los demás  les puede parecer extraño, oscuro.
      2: EL protagonista  recibe las agresiones de los chiquillos, que, impresionados por  su
    barba y ropas oscuras, le gritan: “ El loco”.
   En el último, apartado 3,  la atención del autor se dirige hacia la belleza del cielo
    y gana su atención  el cuadro que le ofrece la tarde, en tanto sus oídos 
    casi no escuchan los gritos que quedan a lo lejos...”

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    A partir de su representación, Fernando llegó a una ajustada captación de 
   la superestructura-tema- y  transferencia es decir  la adecuación del
    contenido leído e interpretado a sus propios saberes.
     Enriquecido, abiertos sus paradigmas a nuevos conocimientos y vivencias, Fernando 
    destacó con entusiasmo los recursos lingüísticos del texto, tanto los que operan 
      para  la construcción de un poema en prosa otorgándole valor literario como los que 
      hacen a la construcción gramatical.

“    "Lo que más me llamó la atención- dijo-es la abundancia de adjetivos, los que dan colorido
     exterior a los chiquillos y apariencia sombría al narrador”. Y pasó a enumerarlos.