“El antídoto contra los males de la vida, del alma y del mundo, por y para una vida de calidad, es aprender a integrar mente, emoción e instinto”.
Claudio Naranjo- “La mente patriarcal”-
La idea central de este libro se relaciona con la que expresa Claudio Naranjo en el epígrafe anterior, es decir, ser humano y educar la sexualidad, supone ascender e integrar desde el plano instintivo al reflexivo. Para que ustedes lo visualicen hemos creado este esquema:
Lo que significa que se debe integrar el impulso instintivo con
la emoción y la reflexión .
Y en otra parte se dice:
La madurez emocional
La madurez emocional llega cuando, después de haber pasado el torbellino de la adolescencia y sus búsquedas y las confusiones que crean tantas hormonas derramadas en el flujo de la sangre, nos estabilizamos, nos centramos en nuestro valor como personas y encontrados con el talento, las capacidades que nos hacen únicos, nos entregamos al ejercicio de un trabajo, una profesión o actividad, es decir nos incorporamos al mundo laboral y profesional, tan competitivo y difícil de hoy.
Ser maduro significa haber logrado la seguridad que da la autoestima, estar satisfecho con lo logrado y estar dispuesto, con seguridad en sí mismo, a enfrentar las nuevas luchas a que la vida enfrenta.
Significa además tener sentido de autocrítica. Haber aprendido a detenerse para pensarse, reflexionar sobre las respuestas que nos damos y corregir los errores, las malas actitudes.
Freud- ¿ ya lo hemos nombrado y saben de él, verdad?- define la etapa de la madurez como la que manifiesta capacidad de amar y trabajar. (Tendremos en cuenta esta idea cuando hablemos de “madurez para el amor”, Capítulo 2).
El diccionario nos dice que “madurez” significa haber adquirido: responsabilidad activa, espíritu crítico, percepción de la realidad, defensa de los derechos respetando el de los otros, es decir atendiendo a los demás y también tener un proyecto de vida.
Es decir: cuando uno se hace cargo de las consecuencias de sus actos, cuando ha aprendido a juzgar por sí mismo/a y actúa de acuerdo a su profunda convicción después de pensar, elaborar los mensajes de los otros, cuando su vida se asienta y responde a lo que realmente sucede, cuando se cuida y cuida a quienes dice amar, y también cuando dirige su vida hacia un proyecto que le da una dirección, puede decir, ¡recién entonces!, que ha alcanzado la madurez.
El ser maduro afronta con responsabilidad sus compromisos, se ha ejercitado en el esfuerzo y la disciplina, marcha con dignidad por la vida, se casa o forma pareja y asume su paternidad o su maternidad, con un cúmulo de experiencias y conocimientos que le permiten elegir compañero o compañera, una profesión, un trabajo, y hacerlo de la mejor manera y a su particular manera.
En la madurez ha llegado el momento de poner la fuerza de la energía en la continuidad de su vida, esto es en la procreación.
¿Cómo reconocemos a una persona madura?
Les acerco criterios que indican cuando una persona ha madurado:
Cuando ha alcanzado:
· Seguridad emocional.
· Capacidad y disposición para aprender habilidades, destrezas, tareas.
· Poder de autocrítica.
· Apertura al conocimiento.
uto Percepción de sí mismo como un todo, cuerpo y espíritu, es decir como una totalidad.
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