(Tomamos para ejemplificar
el segundo soneto de Ajedrez el trabajo de la alumna Evelyn Bácsay de cuarto año):
1- Las
piezas, en total dieciséis, se mueven buscando vencer al contrincante.
2- Sin saber que el jugador
es quien rige sus movimientos…
3- Un jugador que está prisionero del tablero de la vida, cuyas
piezas son movidas por otro…
4- Una cadena de dependencias: las piezas, del jugador, el jugador,
de Dios y otro dios detrás de Dios en la
pregunta central: ¿Qué dios detrás de
Dios la trama empieza de polvo y tiempo
y sueños y agonías?
En la representación
queda clara la construcción borgiana: paralelismos y espejos. UNA COSMOVISIÓN
DE LA VIDA en la metáfora del juego.
Y LUEGO LA EXPRESIÓN DEL JUICIO CRÍTICO
“Penetrar en el
contenido de los dos sonetos de Borges me ha permitido valorar su
extraordinaria capacidad de abstraer, de comparar, superponer realidades
llevando desde el plano de lo visible objetivo a la cosmovisión del mundo. Así por los ojos
del autor, extendemos la mirada, tan limitada a lo cercano hacia el cosmos y de
allí al infinito.
Maravilloso soneto.
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