“No es joven quien se transforma en esclavo del hábito, repitiendo todos los días los mismos trayectos. Quien no cambia de marca, no arriesga vestir un color nuevo y no le habla a quien no conoce”. (Pablo Neruda).
Escribe Gladys Seppi Fernández (*)
Las palabras de Neruda son muy esclarecedoras: Es joven el que se decide a hacer un camino nuevo… para ir a alguna parte, lo que nos lleva reflexionar en cómo se vive la etapa de la juventud en nuestro país.
La juventud actual está signada por la percepción de lo fugaz, lo acelerado, incluso descartable, y, si la aceleración es una nueva fuerza social que afecta las conciencias y el modo de relacionarnos, es el sentimiento de intransitoriedad su réplica sicológica. Al reconocer el fenómeno y entenderlo podemos, como dice Toffler, “convertir las crisis en oportunidades y ayudarnos para remontar las olas del cambio, creciendo con una impresión de dominio sobre el propio destino”.
El término “juventud” tiene un contenido social. Esto quiere decir que se supera la etapa adolescente cuando se da la inserción en el mundo laboral, lo cual trae aparejadas nuevas responsabilidades, la principal de las cuales es vivir solo y enfrentar las múltiples tareas que demanda el mantenerse, desde administrar la economía hasta organizar los proyectos de vida.
El deterioro de la economía actual demora la entrada a la etapa productiva de los argentinos por lo que cada día son más los que permanecen en lo que para muchos es una adolescencia demorada y para otros una eterna y falsa juventud.
Pero además de vivir en un país que no da posibilidades a la inserción juvenil, los chicos tienen sus propias concepciones de rechazo a las etapas que continúan la vida, como si no pensaran que el correr del tiempo los lleva inevitablemente a ellas. Es bueno atender a lo que Neruda propone para algunos males: “Quien no lee, quien no encuentra gracia en sí mismo, quien no se deja ayudar y pasa los días quejándose de su mala suerte o de la lluvia incesante, quien abandona un proyecto antes de iniciarlo, quien no pregunta sobre un asunto que desconoce… es realmente muy viejo”. Un viejo vencido.
“Los jóvenes no llegan a la adultez porque no existe el futuro” dice el psicólogo Héctor Basile, y según los estudios realizados por la psicóloga social Clarisa Voloschin, “Los chicos quieren ir a vivir solos pero con la condición de poseer el mismo nivel de confort que tenían en la casa de sus padres”.
Además, como la sociedad de consumo exige una eterna juventud, aquellos que no encuentran en sus propias fortalezas internas u objetivos vitales un elemento ordenador suelen caer en la trampa de querer conquistar, aunque hayan pasado la frontera de los cincuenta años, una apariencia joven y todos los aportes que venidos del exterior los presenten bien a los demás.
El vacío de sentido, la abulia, suelen acompañar la frustración de estos empeños, lo que lleva a lamentables patologías.
El psicólogo español Aquilino Polaina Lorente- que analiza el llamado “Síndrome de Peter Pan” - observa el problema poniendo la mirada en la educación sin responsabilidades que reciben actualmente los chicos, y fundamentalmente en el exceso de mimos con que los padres compensan el abandono en que dejan a sus hijos para cumplir con sus obligaciones laborales.
La sabiduría popular de un conocido humorista cordobés describe un espíritu realmente joven:
“A la vida hay que primeriarla, no sea que le devenga inavenible, porque si a usted se le pone que es mala no hay quien le saque el empacho, y porque todo lo que es de gobierno propio, salú del alma, contentura estable, alegría al paso, chochera diaria, güena onda, todo eso no depende de otro dependedero que no sea el de uno mismo”. Palabras de José Luis Serrano (Doña Jovita).
Neruda, en un tono diferente, también hace su aporte:
“Si te vas a calentar que sea al sol; si vas a engañar que sea a tu estómago; si vas a llorar que sea de alegría; si vas a mentir, que sea la edad; si vas a robar, que sea un beso, si vas a perder, que sea el miedo, Y si existe hambre que sea de amor. Si es para ser feliz… que sea todo el tiempo”.
Buenos consejos, para ser y sentirse realmente joven. Para “primeriar la vida”.
(*) Escritora y docente, autora del libro “Leer es ver, un libro para la comprensión de los textos”, entre otros.
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